III

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En la primera mañana hubo una larga asamblea que constó de himnos intercalados por varios anuncios. Esta tuvo lugar en un salón de la escuela después de la misa matutina la cual es obligatoria. Para Leonie todo fue una experiencia nueva así que al menos le causaba más interés.

La directora era una monja alta y con aspecto severo con el nombre de madre Benedicta la cual enseñaba latín a los estudiantes de bachiller. Su pelo se escondía debajo del griñón pero Leonie sospechaba que este era de un color gris acerado.

Ella sintió algo de alivio debido a que como no estudiaba latín sus caminos no se cruzarían tan frecuentemente. La madre Benedicta, llamada reverenda madre por los estudiantes, parecía bastante formidable.

"Este año nos complace dar la bienvenida a algunas caras nuevas entre el profesorado. Como sabéis nos despedimos de la hermana Margarita el trimestre pasado, cuando nos dejó para embarcarse en una misión en Perú. Estoy encantada de haceros saber que ella se encuentra bien y que el Señor está llenando de bendiciones la comunidad en la que se encuentra trabajando. Ella nos dejó un triste hueco en la asignatura de lenguas modernas y en su lugar estará la hermana Assunta, recién llegada de Padua." anunció la madre Benedicta.

La hermana Assunta, una monja bajita y con un fuerte aspecto italiano se levantó de su asiento e hizo un agradable gesto a las chicas reunidas en la asamblea.

La madre Benedicta continuó. "El padre Aloysius quien asistía al padre Stephen en sus funciones nos ha dejado para obtener su doctorado en teología. Reemplazándolo se encuentra el padre Gabriel."

El padre Gabriel se levantó y Leonie sintió un vuelco en su estómago.

Era él.

Ahí estaba el chico mono de ojos azules.

Y era mucho más que mono, era guapísimo. Por los murmullos reprimidos a su alrededor cuando las otras estudiantes lo vieron por primera vez, ella sabía que no era la única en pensar eso.

¡Qué desperdicio! Ese hombre totalmente hermoso encerrado en una túnica negra y comprometido a una vida en celibato. ¿Por qué tuvo que llevar vaqueros ayer? Si ella se hubiera dado cuenta de quién era él, o mejor dicho qué era, ella no se habría sentido atraída por él ni hubiera tenido sueños impuros sobre él durante toda la noche.

Bueno al menos eso era lo que Leonie intentaba creer pero mirándolo ahora en su atuendo de sacerdote él parecía más inaccesible pero aún más atractivo. De todas formas, este sería un regalo para los ojos.

"¿Qué enseñaba el padre Aloysius? le susurró a Figgy.

"Él daba clases de Inglés. Es una pena que se haya ido, era realmente brillante." le contestó.

¿Una pena? no si el padre Gabriel iba a tomar su lugar.

Leonie intentó mantener una estricta conversación consigo misma. Sentirse atraída por un profesor era suficientemente tonto pero por un cura eso ya era realmente estúpido.

Si únicamente sus ojos no fueran tan azules. Y esos labios, estos tenían ese aire de firmes pero sensuales que sabías que lo convertiría en un besador increíble. Esa intensa mirada. Leonie lo imaginaba empujándola contra una pared empezando a devorarla suavemente y luego siguiendo como si no hubiera un mañana. Ella podía sentir perfectamente sus manos por todo su cuerpo...

Aunque él se encontraba a cierta distancia, por un segundo movió sus ojos en su dirección. Leonie se volvió paranoica pensando que él pudiera leer su pensamiento y en ese instante sintió sus mejillas arder.

Leonie soltó un suspiro causando que Mai le echara una mirada aguda. Finalmente el organista tocó un tipo de música mientras gradualmente iba saliendo todo el mundo. Era hora de que comenzaran las clases.

El horario incluía bastantes periodos de estudio, Leonie tenía uno primero seguido por mates. Por la tarde empezaba con Inglés y después acababa con historia del arte.

Harry, a quien Leonie había conocido finalmente, también iba a matemáticas con ella. Es verdad que Lady Harriet no era para nada como Leonie se había imaginado que sería una dama inglesa. Ella se había formado una imagen entre la princesa Diana y Grace Kelly, luciendo lánguida y hermosa mientras hablaba de sus romances con príncipes.

En lugar de eso, Harry era una chica bajita y fornida con una fina melena castaña, a Leonie le cayó bien desde el primer momento que la vió. Tenía los ojos alegres y una risa agradable.

"Me alegro de tener a alguien de la habitación que también haga mates. Las demás no servían en absoluto para pasar notas." dijo Leonie.

Leonie solo esperaba que su habilidad en matemáticas estuviera a la altura. Ella no quería que los demás pensasen que era una especie de americana tonta que es exactamente lo que pensarían si alguien mirase sus notas del año pasado. Pero ella sabía en el fondo que era su culpa por faltar tanto a clase y otras cosas.

Las otras cosas ella rezaba para que se mantuvieran en secreto.

Harry se fue a hacer algo relacionado con lacrosse otra vez, así que Leonie no tenía nada que estudiar en su primera hora libre de estudio por lo que se dirigió afuera. Probablemente estaría prohibido ya que se supone que deberían estar en el aula de estudio o la biblioteca pero ella esperaba que al ser el primer día no fuesen tan estrictos.

Leonie quería un poco de espacio para poder respirar. En medio de tanta amabilidad de sus compañeras de habitación ella se estaba sintiendo extrañamente sola. 



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¿Qué os parece hasta ahora? ¿Os está gustando? 

Es verdad que a lo mejor parece que este yendo un poco lento pero aún hay muchas cosas prohibidas por ver.

Caer en la tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora