XXXVI

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Leonie había empezado a escribir una docena de cartas y las había arrugado todas cuando escuchó el teléfono sonar. Si hubiera tenido algo de esperanza realista de que fuera el padre Gabriel, habría corrido escaleras abajo para contestar. Pero él no tenía su número, ni siquiera tenía acceso a un teléfono en su retiro.

Ella había empezado otro intento de responderle cuando su abuela tocó la puerta. "¿Leonie? Hay una llamada para ti. Una chica llamada Harriet."

Rápidamente empujando el "Querido Gabriel..." debajo de unos libros, siguió a su abuela escaleras abajo hasta el pasillo y levantó el auricular.

"¿Hola?" contestó.

"Leonie, soy yo, Harry."

"Lo imaginaba. ¿Cómo estás?"

Harry estaba bien y actualmente estaba en Londres. Ella invitó a Leonie a salir de compras y Leonie estaba encantada de aceptar. Pensó que era poco probable que su abuela se opusiera a que pasara el día con la hija de un conde.

Estaba en lo cierto. "Que encanto," dijo su abuela. "Confío en que sabrás comportarte de la mejor manera posible." Había una advertencia en sus ojos mientras decía esto, y Leonie sabía que estaba pensando en el problema en el que Leonie se había metido en su casa en Boston. La razón por la que había sido enviada aquí por un año.

"Por supuesto que sí" dijo Leonie. Ella cogió su bolso y salió. La casa de su abuela estaba tan solo a unos minutos a pie de una estación de metro de Londres, lo cual era una de las pocas ventajas de quedarse aquí. Ella podía al menos salir y moverse, y su abuela estaba encantada de que ella visitara museos y galerías de arte.

El día anterior Leonie se suponía que estaba visitando el Museo Nacional de Ciencia, pero en su lugar se había ido a una función en Covent Garden. Ella sabía que su abuela no aprobaba mucho el teatro. Iba a ser muy difícil conseguir su apoyo para ir a Julliard, eso si la aceptaban.

Harry se encontró con ella en la calle de Oxford y fueron a una cafetería de por ahí cerca. Harry normalmente compraba en Kensington pero había pensado que Leonie disfrutaría más de un paseo turístico. "Puedes conseguir tus regalos de navidad temprano," sugirió Harry. "Pensé que quizás querrías comprar algunos souvenirs para tu chico. Si necesitas que los envíe secretamente por ti, no es ningún problema."

"En realidad no está en Estados Unidos." dijo Leonie, entonces se dio cuenta de que probablemente era un error haber revelado eso.

"¿Está en Londres entonces, verdad? Si tu abuela es muy estricta y necesitas que te cubra para que puedas encontrarte con él, solo tienes que pedírmelo."

"No está en Londres," dijo Leonie. "Todavía está en el aire todo. No estoy segura de en qué punto estamos."

Harry sonrió. "Bueno la oferta está ahí, donde sea que esté. Me imagino que no está en St Winifred's al menos."

Leonie se atragantó con su café y Harry le golpeó la espalda para ayudarla a parar de toser. Cuando Leonie se recuperó, se dio cuenta que Harry la estaba mirando inquisitivamente. Harry estaba frunciendo el ceño.

"Él no está en St Winifred's, ¿Verdad? Quiero decir, tú no podrías haber escondido a un chico ahí arriba. Solamente hay dos hombres ahí. ¡Oh!" Harry se calló, viendo como Leonie se había puesto roja.

Leonie trató de tomarlo a la ligera. "No podría ser jugadora de póker, ¿verdad? O una actriz, con mi falta de control sobre mi rubor."

"¿Es solo un flechazo, no? Muchas chicas tienen flechazos por él, es tremendamente guapo." dijo Harry. Ella no necesitaba ni mencionar su nombre. Ambas sabían que no estaba hablando del padre Stephen. "¿Me refiero a que él no sabe lo que sientes, verdad?

"Lo sabe"

"Pero él no te ha correspondido, ¿cierto? La noche de la tormenta. ¿Pasó algo?"

Leonie no dijo nada. Su rostro, otra vez, lo dijo todo.

"Dios mío, Leonie. ¡Pero si es un sacerdote! Quiero decir, yo no soy personalmente muy religiosa, pero..."

Leonie se sintió completamente miserable. "Lo sé. Me caerá un rayo encima."

"No quise decir eso," dijo Harry. "Me refiero que él debe ser tremendamente religioso. Así que está dividido, ¿verdad? Pobrecita. Y profesor también. No podíais haberlo hecho más difícil para vosotros, ¿no?"

Leonie jugó con su taza de café. "¿No se lo dirás a nadie, verdad?"

Harry la tranquilizó. "Por supuesto que no. No diré una palabra, ni siquiera a las demás. Simplemente desearía poder ayudarte, de alguna forma."

"¿Crees que está mal?" dijo Leonie.

"Personalmente, no. Ambos sois adultos legalmente. Mi abuela tuvo un romance con su profesor de dibujo cuando era una adolescente. A sus padres casi les dio algo cuando se enteraron, y la mandaron al extranjero."

"¿Acabaron juntos?" preguntó Leonie.

"Cielos, no. Él era un completo idiota, y ella tenía tan solo dieciséis años. Apenas un mes después ella se enamoró perdidamente de un conde francés, mi abuelo materno. Entonces descubrió que estaba embarazada de su profesor de arte. Afortunadamente mi abuelo estaba loco por ella y adoptó al bebé. Fue muy romántico." dijo Harry.

"El bebé era tu madre?"

"No, mi tío Julian. De todas formas, todo terminó muy feliz."

Leonie no podía imaginarse enamorándose de alguien tan rápido. Ella había pensado que ya había estado enamorada antes, pero nada de ello era remotamente comparado con cómo se sentía respecto al padre Gabriel.

Leonie finalmente logró escribirle una respuesta, aunque le resultó difícil. Había tanto que quería decir pero no se atrevía. Ella había comprado algunos sellos y fue capaz de enviarlo pronto por la mañana sin que su abuela lo pudiera ver.

Ella sabía que no habría tiempo para que él le contestara antes de que las clases comenzaran otra vez. Había leído su carta tantas veces que ya se la sabía de memoria.

Intentó disfrutar su semana. Su abuela la había llevado a la Galería Nacional de Retratos y a comer a un restaurante muy caro y lujoso. Leonie había hecho lo posible para mostrarle agradecimiento.

Harry la había invitado a una fiesta, la cual había sido divertida, incluso cuando su abuela había insistido en un toque de queda de medianoche. "Soy una adulta legal'', protestó Leonie.

Pero su abuela se impuso con firmeza. "Mientras estés bajo mi cuidado, vivirás según mis reglas." 

Caer en la tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora