XLV

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Si no fuera por querer evitar causarle problemas a Leonie con sus padres, Gabriel habría estado tentado de decirle a Suki que hiciera lo peor. Descubrió que era una prueba cada vez mayor tener que darle clase a la chica, sabiendo lo que estaba tramando contra él. Hasta ahora Suki no se había atrevido a chantajearlo a él directamente. Pero él sabía que no tardaría mucho para que ella le sugiriera que le colocara una nota más alta, o le perdonara algún trabajo.

Le enfurecía que una chica de colegio pudiera ejercer ese tipo de control sobre él, pero por el bien de Leonie él mantuvo la compostura. Se mantuvo impasible cada vez que Suki le lanzaba una mirada maliciosa o hacía algún comentario desagradable. Gabriel vio que la chica sería la creadora de su propia perdición. Ella no era tan lista como le gustaba creer que era. Ella también revelaba demasiado abiertamente su triunfo más que mantenerse juiciosamente discreta.

Ahora siendo principios de Diciembre estaba oscuro y frío, y el viento soplaba alrededor de las paredes de piedra gris de la escuela por la noche. Gabriel, solo en su cama en el presbiterio, anhelaba a Leonie.

En su mente tenía varios pensamientos nobles sobre qué haría durante su semana con Leonie. Ellos hablarían, rezarían y se mantendrían en habitaciones separadas.

En el fondo él sabía que el minuto que ella estuviera allí, él no la dejaría marchar de la cama. Sería todo o nada. Ya no tenía la fuerza para resistirlo más.

Suki consiguió un consentimiento por parte de la madre Benedicta para ensayos extras por la beca, así que una vez más se acercó a Gabriel. "La madre Benedicta dice que está bien, así que ¿ podemos seguir adelante con eso?"

Gabriel no tenía elección. Lo último que quería era pasar tiempo a solas con Suki Laverne, la torturadora de la persona que él amaba, pero Suki lo había forzado.

Había encontrado una manera de mitigarlo. Otra chica que solicitó la beca, y en la mente de Gabriel una seria contrincante, era Mercy Braithwaite. Él le ofreció ayuda también, como forma de contrapeso en los ensayos con Suki.

Era un placer darle clases a Mercy. Ella era inteligente y tenía un talento natural para la actuación. Ella también amaba a Shakespeare, algo en lo que Suki mostró un interés simbólico. Impresionado por ella, Gabriel también sugirió a la hermana Rosalinda que le diera a Mercy algunas clases.

"Me encantaría, si Mercy lo desea" dijo la hermana Rosalinda. "Es una lástima que nuestra estudiante americana no lo intente, dado que es la más talentosa de todas. Aún así, si prefiere volver a casa a una universidad americana."

Gabriel no dijo nada. Si la hermana Rosalinda pensaba eso, mucho mejor.

Él todavía llevaba el club de poesía, el cual la hermana Joana le había cedido enteramente. Ella tenía otros proyectos en los que quería centrarse, y pensó que era bueno para las chicas tener un cambio. Ahora estaban leyendo obras de Keats, y siguiendo el invierno Gabriel había escogido La Víspera de Santa Inés.

En sus sueños él se fundió, como la rosa

Mezcla su olor con la violeta,

Solución dulce

Había bastante debate entre las chicas sobre si esto significaba si en verdad Porphyro había seducido a Madeline o no.

"Eso obvio por lo de "palpitante" a lo que Keats se refería." dijo una chica.

"Pero eso significaría abuso, si estuviera dormida." señaló otra chica.

"Aunque se despertaría por la mitad. Quizás no habría empezado el acto para cuando se despertara."

Gabriel decidió que era más inteligente mantener la discusión en otros temas relacionados con la poesía. Por su parte, todo lo que podía pensar era en Leonie tumbada desnuda sobre su cama, y en lo que estaría tentado a hacerle sobre ese escenario. Era increíblemente difícil no mirarle a los ojos cuando leían algunos versos. Esperaba que ella adivinara que él estaba pensando en ella durante esos versos.

Pero las estudiantes estaban decididas a hablar sobre amor y relaciones. Una chica incluso se atrevió a preguntarle a Gabriel si había salido con alguien alguna vez, antes de convertirse en sacerdote.

Este era un tema el cual Gabriel era reacio a discutir. Habría preferido tener esta conversación con Leonie primero. Contarle sobre Joanne y otras cosas de su pasado era una de las cosas que tenía planeado hacer durante su semana juntos.

Trató de mantener su respuesta general. "No es poco común para las personas hacerlo, antes de recibir la orden sagrada."

"¿Pero entonces alguna vez saliste con alguien padre?"

Esto puso a Gabriel en el punto de mira. Sintió los ojos de Leonie sobre él. No podía mentir.

"Si, lo hice."

Fue sumergido en una ola de preguntas. "¿No funcionó?" "¿Rompiste su corazón cuando te convertiste en sacerdote?" "¿Te has arrepentido alguna vez?"

Por lo menos esto Gabriel podía contestar con honestidad. " Se acabó bastante tiempo antes de que me convirtiera en sacerdote, y nunca me he arrepentido de ello." Él no especificó si ese 'ello' era terminar su relación o su elección al celibato. La verdad era que nunca se había arrepentido de haber terminado su relación con Joanne, a pesar del dolor en su momento.

Pero casi cada día se encuentra a sí mismo preguntándose e incluso arrepintiéndose de sus decisión de comprometer su vida a la Iglesia. Si solo hubiera escogido otro camino, las cosas habrían sido mucho menos complicadas.

"Si eso ha contestado a vuestras preguntas, sugiero que volvamos al poema." Él sabía bastante bien que las chicas estaban ardiendo en curiosidad. Pero la firmeza en su tono les dijo que no debían preguntarle más. 


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Os prometí una maratón y sé que ha sido corta, pero no quería pasar mucho más tiempo sin subir nada. 

Dejarme en los comentarios si os ha gustado, y si preferís que suba un par de veces a la semana varios capítulos, o uno cada día como hacía antes.

Porfa no dejéis de comentar porque no se como preferís .

Un abrazo a todos y espero hayáis disfrutado!!! 

Gracias por la paciencia :)

Caer en la tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora