LVIII

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Como Leonie había temido, sus padres se enfadaron cuando ella les llamó para decirles que quería posponer su vuelo.

"Ya has retrasado una semana tu regreso. No consigo imaginar qué es lo que te retiene ahí. Más vale que no sea problemas otra vez, jovencita."

Su padre sonaba serio, su madre en cambio sonaba inquieta cuando él le pasó el teléfono a ella. "¿Estarás aquí para navidad al menos? Ya te perdiste acción de gracias, cariño, estamos deseando verte."

Leonie mordió el cebo. "No quería decir nada al menos que fuera todo bien, pero me han ofrecido una prueba de pantalla."

"¿Un qué? ¿Es esto una especie de broma? Ella dice que le han ofrecido una prueba de pantalla, Brian. ¿Qué? Habla tú con ella, entonces."

El padre de Leonie se puso otra vez en el teléfono. "¿A qué te refieres con prueba de pantalla? ¿Con quién has estado hablando? Sabes que hay gente que se aprovecha de las jovencitas vulnerables con este tipo de ofertas."

Leonie puso los ojos en blanco. "No es nada falso, es auténtico y sincero. El productor es un amigo de la familia de Figgy. Por favor no os preocupéis, todo está bien, Quiero mucho hacer esto."

Su padre estaba inflexible. "Ya hemos tenido esta conversación antes. Ya has estropeado un año de instituto, esa es la razón por la que estás ahí. Una segunda oportunidad para hacerlo bien, gracias a la generosidad de tu abuela. No para andar jugando con la tontería esa de la actuación. Necesitas centrarte y enfocarte en estudiar para entrar en una universidad a estudiar una carrera apropiada."

Leonie ya había escuchado todo esto antes. "Lo sé. Son solo un par de días más, por favor."

"Tendremos una seria charla sobre todo esto cuando vuelvas. Si este colegio te está permitiendo perder el tiempo..."

"No lo hace. Es bastante disciplinado y he estado tomando mis estudios seriamente, lo prometo."

Sus padres no estaban convencidos, pero a menos que se subieran a un avión y la arrastraran físicamente de vuelta, no había mucho que hacer. Leonie sabía que tendría que prepararse para una gran pelea cuando volviera a casa.

Ella había ido a la casa de Figgy de Londres para hacer la llamada. Afortunadamente solo estaban a unas pocas horas de diferencia, así que ya era media mañana en Boston cuando terminaron de almorzar en Reino Unido.

Figgy había estado muy entusiasmada mientras caminaban juntas de regreso a través de Covent Garden. "Si Jack Edwards está envuelto, quiere decir que no será una pequeña producción. Nunca lo había conocido antes personalmente, pero el tío Hugh ya lo había mencionado. Es definitivamente un pez gordo"

Si solamente sus padres hubieran oído hablar de él. Colgando el teléfono, Leonie colocó su cabeza entre sus manos deseando que ellos pudieran entenderla y estar felices por ella. En lugar de siempre insistir en que actuar era una arriesgada perdida de tiempo.

"¿Estás bien?" dijo Figgy mientras entraba en la habitación dirigiéndose a donde Leonie estaba sentada. "¿Cómo estaban tus padres?"

"No muy bien. Bastante furiosos y preocupados. Les dije que él era importante en el sector y no un tipo sórdido grabando películas para adultos, lo cual era lo que mi padre pareció asumir."

Figgy se rio. "Solo consigo imaginar en cómo reaccionaría Jack Edwards, si lo acusaran de eso. Es bastante famoso. Al menos por aquí."

"Mis padres no son el tipo de persona que se fijan en el nombre de productores y directores. Al menos que sea alguien como Walt Disney o Spielberg. Ellos solo recuerda los nombres de los actores en una película." dijo Leonie.

"Creo que la mayoría de las personas son así, yo incluida." admitió Figgy. "¿Entonces qué tienen planeado para esta noche el padre Gabriel y tú? ¿Vais a coger el tren de regreso?"

Leonie se sonrojó. "En realidad vamos a coger una habitación en un hotel. Gabriel pensó que sería divertido pasar la noche en Londres y pasear por la ciudad."

"¡Podríais haberos quedado con nosotros! Así no necesitabais correr a expensa de un hotel." dijo Figgy.

"Es muy amable de tu parte, pero no puedo imaginar cómo lo explicaría a tus padres. Probablemente le habrán visto en el colegio con su usual ropa de sacerdote. Traerlo sería aún más incómodo que ver Mira quién viene a cenar."

Los padres de Figgy difícilmente pondrían a la amiga de su hija en la misma habitación que el sacerdote del colegio. Sería escandaloso. Y Leonie tenía toda la intención de realizar actividades muy escandalosas con Gabriel esa noche.

Ella estaba nerviosa por contarle a Gabriel sobre la prueba de pantalla, en base a la reacción de sus padres. Pero él no podría haber estado más feliz y comprensivo sobre ello. Ella se encontró con él fuera de la biblioteca nacional y cuando se lo dijo, su rostro se iluminó. "¡Es una noticia excelente! Muchas personas esperan años para una oportunidad como esa. Solo dime si hay algo que pueda hacer para ayudar. Obviamente, eres bienvenida a quedarte conmigo tanto tiempo como quieras."

Incluso sin la prueba de pantalla, valdría la pena quedarse con él tres noches más.

"El señor Edwards me dio un guion. Podrías ayudarme con las líneas. No tengo ni idea de qué escena ellos querrán que haga." Nunca había hecho nada como esto antes, así que Leonie no tenía ni idea de como iba. Ella ya había hojeado el guion. Su personaje - ella ya estaba pensando en ello como "suyo", el cual era probablemente tentar a la suerte - sería un personaje increíble si ella lo conseguía.

"Lo que quieras. Admito que mis intenciones son en parte egoístas. Si consigues este papel, estarás en Londres o al menos Europa, lo que es más cerca que Estados Unidos."

Ellos caminaban juntos por una oscura calle de Londres, pasando por casas con jardines apenas iluminados por la luz de la calle. A medida que su propia euforia descendía, Leonie empezaba a pensar en todas las complicaciones que representaba.

Gabriel sintió su preocupación y le preguntó cuál era el problema.

"Solo estoy preocupada sobre cómo lo manejaré todo, con el colegio y exámenes y todo."

Gabriel la paró y se situó delante de ella. "Si consigues un papel en una película como esta, seguramente podrías dejar la escuela. Solo posponer un año e ir a la universidad en el siguiente otoño, si quisieras. No hay nada que te lo impida, ¿o sí?"

Solo que sí había. Leonie cogió aire. Iba a tener que decirle la verdad y ella temía perder la buena opinión que tenía Gabriel sobre ella. 

Caer en la tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora