Querida Leonie,
He decidido que esta será una correspondencia platónica y amistosa. Incluso mientras escribo estas palabras, la encuentro una decisión difícil de mantener.
El hecho es que solo han pasado dos días y ya te extraño más de lo que creía posible. Nunca esperé enfrentar este tipo de desafío en la vida que elegí. Fuimos advertidos en el seminario que el mundo exterior no iba simplemente a desaparecer una vez recibiéramos las órdenes. Quizás fuera arrogante, pero nunca pensé que lo encontraría un problema.
Ahora, es lo más difícil del mundo.
Sigo decidido a escribirte como amigo. Como prometido.
Escribo esta carta desde mi habitación en St Beuno en el Norte de Gales. Es un colegio y retiro jesuita, el lugar en el que Hopkins escribió El Naufragio del Deutschland. Parecía el lugar ideal para trabajar en mi tesis. Es una hermosa parte del país, las montañas de Snowdonia se encuentran al oeste, los campos verdes se extienden debajo. Al norte, en un día despejado se puede ver la costa. Hoy está lloviznando aunque no tanto como describe Hopkins en su poema.
Es bueno que Hopkins no haya escrito poemas de amor, o me vería escribiéndote varios de sus versos.
No es fácil lograr avanzar el trabajo aquí. Estoy frecuentemente distraído, no es difícil adivinar el porqué.
La realidad es, querida mía, soy consciente de que no debería llamarte así, que apenas puedo dormir por estar pensando en nosotros. En vez de quitarlo de mi sistema, ese tiempo que pasamos juntos no causó nada más que tormento. Por un lado está la culpa, y por otro el ansia por volver a repetirlo.
En otra vida, esto sería más fácil. Podríamos esperar a que finalizara el año escolar y luego hacer lo que quisiéramos. Pero desafortunadamente eso no es posible.
(La campana que convoca a los invitados a cenar acaba de sonar, lo que significa dejar el bolígrafo por ahora)
10 pm - disculpa por la interrupción.
La mayoría de las comidas aquí son en silencio, por lo general acompañada por un poco de música. La comida es buena, mucha fruta y verdura fresca. El silencio se supone que es una liberación, para permitir a los residentes a profundizar en la oración y meditación. Ellos ni siquiera tienen teléfonos aquí. Sin embargo encuentro difícil concentrarme.
Vemos a un guía de retiro diariamente, pero apenas puedo revelar lo que tengo en mi mente.
Ya es tarde ahora y la cama llama. Naturalmente mis pensamientos se dirigen hacia ti. Es bueno que Londres esté lejos. Si hubiera la más mínima posibilidad de traerte aquí...
Si esto es una prueba del todopoderoso, estoy fallando abismalmente.
Leonie, querida, es de noche y fuera de la ventana, el cielo brilla con las estrellas. Te quiero aquí.
Qué pasará, quién puede saberlo. ¿Esto no puede continuar, verdad?
Bueno, el tiempo pondrá todo en su lugar. El correo sale a primera hora de la mañana.
Todo mi amor, incluso si eso debería ser amistoso.
Gabriel
P.D. lee Una Visión de las Sirenas. En específico las líneas 20-23. Eso es lo que quiero hacerte.
Leonie leyó la carta dos veces, luego una tercera. Era más de lo que podría haber imaginado. Ella fue y buscó la copia del libro de poemas de Hopkins que aún no había devuelto a Gabriel, él prácticamente le había dicho que se lo quedara.
Lo encontró al comienzo. Era uno de sus primeros poemas, escrito cuando tenía tan solo dieciocho años. La misma edad que ella tenía ahora. Leonie no podía imaginarse escribiendo algo tan brillante. Ella contó hasta las líneas en cuestión, pero adivinó cuales eran tan pronto como sus ojos se posaron en ellas.
Ahora todo se volvió rosado: el oeste ha crecido
A una rosa orbizada, por jadeo caliente soplado
Aparte, entre diez mil labios de pétalos
Por intercambio jadeante esplendor y eclipse.
Leonie sabía exactamente lo que Gabriel insinuaba al referenciar esos versos. Incluso mientras estaba sentada ahí sola, sintió que se sonrojaba de un carmesí aún más profundo que el atardecer que Hopkins describió. Estaba segura que el poeta nunca había querido que sus versos fueran interpretados tan eróticamente como Gabriel lo estaba haciendo.
Ella deseaba poder llamarlo. Quería escuchar su voz. Se acostó en su cama, leyendo la carta otra vez y releyendo el poema.
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Caer en la tentación
Romance"Perdóname padre, porque he tenido pensamientos impuros." Sobre USTED. Tras una traición que lo dejó amargado y que cambió su visión sobre las mujeres, Gabriel se convirtió en sacerdote y se comprometió a una vida de celibato. Pero cuando acaba dand...