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Rose.

Dolo unos minutos después de que mi madre se retiró Gabi aparece.

Este entra en el lugar como si estuviera retrasado, detrás de él Ada lo acompaña.

Este mira por todo el restaurante hasta que da conmigo. Al verme su rostro se ilumina.

- ¿Sabes que existen los teléfonos? – Este dice mientras me enseña la nota que le envié.

- Esta apagado. – Digo.

Este no espera ni un segundo y me abraza con fuerza que luego de unos segundos el aire me empieza a faltar. Este lo nota y rompe el abrazo apenado.

- Se siente bien verte de nuevo, se sintió como si fuera años desde la última vez que te vi. – Exagera. – Prométeme que jamás nos separaremos por mucho tiempo. – Aquello me incomoda. Decido evadir aquello, ya que no tengo idea de cómo le diré a mi hermano que me iré por tiempo indefinido.

- ¿Traites lo que te pedí? – Gabi busca algo en su bolsillo trasero del pantalón, me entrega el sobre.

En aquel sobre tengo una llave para una caja de seguridad bancaria. Nuestra madre nos dio una a mí y a Gabi cuando cumplimos 18. En esa caja nos dejó suficiente dinero para no trabajar nunca y otras cosas más.

Ser hija de una Diosa tiene sus ventajas después de todo.

- ¿Por qué no la buscaste tu misma? – Me pregunta Gabi.

- Porque no regresare a la manada por un tiempo indefinido. – Lanzo la bomba.

- ¡¿Qué?! – Ada y Gabi exclaman sorprendidos a la vez. Las pocas personas en el lugar nos miran.

- ¿Por qué? – Me pregunta Gabi.

- Axel y yo terminamos. – Digo.

- ¿Por qué? – Me pregunta Ada.

- Lo encontré con otra mujer. – Ada tiene intención de seguir haciendo preguntas, pero la detengo. – No quiero hablar sobre el tema. – Ella entiende por lo que no hace más pregunta.

- ¿Ahora qué harás? – Me pregunta Gabi.

- No sé, lo único que sé es que necesito tiempo a solas para saber qué haré después. – Digo.

- ¿Me llamaras y me mantendrás informado de todo? – Pregunta Gabi.

- Obvio. – Digo.

- ¿Prometes que no harás nada que yo no haría?

- Lo prometo. – Le hago esas y más promesas a Gabi para tranquilizarlo.

Luego de eso y largos abrazos más, al fin nos despedimos y cada uno toma un camino diferente.

Gabi me dijo que regresaría a la casa ya que necesita hacer ciertas cosas.

También le dije que lo vería mañana para el entierro de nana. Hemos pospuesto aquello por demasiado tiempo.

Tuvimos que hacer un hechizo que evitara que su cuerpo se descompusiera, ninguno de los dos estaba listo para despedirse y ni sabíamos cuando lo estaríamos.

Pero es tiempo de que nos despidamos, es imposible atrasar lo inevitable.

Una vez que Gabi se retira con Ada, yo quedo completamente sola. Tomo un taxi y pido que me lleve al aeropuerto.

De camino al aeropuerto, hago un hechizo de convocación para traer algo que necesito.

- Quis ego video revelare. – Luego de susurrar el hechizo, mi pasaporte y otros documentos personales se aparecen en mi mano. Hubiera podido hacer lo mismo con el sobre, pero quería despedirme de Gabi en persona y no por teléfono.

La Reina Trihíbrida #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora