10.

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Rose.

Han pasado dos largas semanas. No ha pasado mucho.

Aun no me hablo con Gabi aunque en muchas ocasiones le hable y al notar que le estaba hablando me callaba inmediatamente.

Me muro por hablarle, cuando lo veo en los pasillos de la casa o sentado en la sala o haciendo cualquier cosa tengo la intensión de correr en su dirección y hablarle sobre cómo me fue, sobre algo que vi en mi celular y otro millón de cosas, pero cada vez que siento esa necesidad, la ignoro diciéndome a mí misma que pronto volveré a hablar con él solo que es necesario hacerlo sufrir de la manera en la que él me hizo subir a mí. Pero esto tan bien me está haciendo sufrir a mí.

Pero hoy creo que ya es momento de hablarle, ya ambos sufrimos lo suficiente. Aunque no creo que sea capaz de olvidar lo que ocurrió.

Estas dos semanas me la he pasado con Axel, por lo general nos juntamos en la noche, porque es cuando él ya se libró de sus deberes de Alfa. Siempre nos encontramos en el bosque, caminamos por horas y una vez cansados vamos a mi lugar secreto.

Estoy muy nerviosa por mañana, ya que él me pidió que lo acompañara a una gala en la que asistirán Alfas de todo el mundo y él quiere que todos me conozcan, aunque en varias ocasiones le dije que no porque aún no somos nada, pero el insistió tanto que termine cediendo y ahora estoy nerviosa.

El me vendrá a buscar ahora en la noche ya que hacia dónde vamos está lejos de aquí, por lo cual tenemos que partir en la noche para llegar a nuestro destino en el día.

Yo no tengo nada que vestir, y como nunca he ido a una gala, estoy nerviosa pero no muy entusiasmada porque es algo nuevo para mi y no se si me vaya a agradar o no. Por suerte Ada me ayudará a elegir una ropa apropiada para el evento ya que ella está familiarizada con eso.

Durante estos días me he acercado a Ada, bastante pero a pesar de que ella y yo estamos más unidas aun no le hablo a Gabi. Ella me insistió en varias ocasiones para que lo perdonara, pero luego de que le dije de que él se comportó como un idiota conmigo – No le conté toda la historia – Ella dejo de molestarme, incluso ella fue la que me dio la idea de hacerlo sufrir con no hablarle por dos semanas.

Y por último pero no menos importante, aún tengo esos sueños en los que se me aparece aquel extraño señor, pero ahora ya no dice nada, simplemente me mira con esa sonrisa que asusta hasta que me despierto.

Estoy en mi habitación, o para ser más especifica la habitación que uso para dibujar o pintar.

Soy buena con el lápiz y pincel.

Había un cuarto libre en la casa, lo usábamos para guardar cualquier cosa que no sabíamos donde poner; pero yo le vi potencial, así que lo elegí y lo llame, "Habitación de Pánico" un muy creativo nombre, me gusto porque es un nombre único y para nada parecido a lo que yo hago dentro.

Aquí es donde vengo cuando necesito un momento para mí, Nana y Gabi saben que no me pueden molestar a menos que alguien se esté muriendo. Una vez que entro en esta habitación me desconecto del mundo.

Dejo el pincel a un lado, para ir a la cocina a buscar agua ya que me muero de sed. Llevo más de 3 horas aquí terminando una pintura y no he tomado ni una gota de agua.

Salgo de la habitación y me dirijo a la cocina. Al llegar a esta Gabi está sentado en el desayunador leyendo unos libros de la escuela. Al verlo leyendo un libro hace que extrañe cada vez menos la escuela.

Gabi al verme, baja la cabeza y concentra toda su atención en el libro, aunque sé que no lo está leyendo, mi presencia lo desconcentra.

Abro el refrigerador y agarro una botella de agua, al tomarla esta se mancha de pintura debido a mis manos, parece que aún tengo pintura fresca. Me paso la mano por mi camisa para quitármela e evitar manchar algo más y que nana me mate.

La Reina Trihíbrida #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora