La Reina Trihíbrida #1

18.

Rose.

Estoy en mi habitación del arte, terminando algunas pinturas, cuando escucho la puerta principal se abierta y cerrada.

Por el olor sé que nana por lo que corro en dirección a ella.

Aparezco frente a ella a velocidad vampírica.

Ella ni se inmuta. Otra persona se asustaría si apareciera enfrente de ella como fantasma, pero no nana. Creo que ya esta tan acostumbrada a que Gabi y yo lo hagamos que ya ni se inmuta.

Abro mi boca con la intención de iniciar una conversación pero nana me interrumpe.

-Ayúdame con las compras. – Me aguanto mis palabras por unos segundos y decido ayudar a nana con las bolsas del súper.

Coloco las bolsas en el desayunador.

Nana abre cada cartucho y empieza a sacar el contenido de estos y los guarda en sus respectivos lugares.

Yo la miro por unos segundos, para luego hacerle una pregunta fácil y sencilla que creo que es fácil de responder, o eso espero.

- ¿Porque me escondo? - Le pregunto a nana. Al escuchar mi pregunta se detiene, queda con una leche en su mano derecha y un paquete de queso en la otra que estaba por guardar en el refrigerador; se gira y me mira curiosa.

- ¿A qué te refieres? - Me pregunta con el ceño fruncido.

- Desde que tengo memoria tú y mi madre me han hecho saber lo importante que es mantenerme escondida, me lo explicaron por primera vez cuando tenía 4 años y lo entendí. – Nana me escucha y no me interrumpe. – He practicado mi magia desde antes que supiera saber caminar, - desde que tengo 4 años. – He entrenado desde que tengo 7 años, nunca me quejé, ni me opuse...Intento seguir cada una de los miles de reglas que tú y mi madre nos han puesto, "no hacer magia en público" "no usar tus habilidades vampíricas" "nunca te transformes en lobo si hay personas cercas" "no desafíes a nadie, ni uses tu rango contra ninguna criatura del reino sobrenatural" – Nombro algunas de las reglas.

<<Me he convertido en la mejor versión de mí, y he aprendido a como ser una líder. No ha existido alguien en este mundo que tenga el poder que yo tengo, o existirá, soy única, puedo destruir o crear vidas con solo mover mi dedo. – Mi madre siempre me decía aquello cada vez que perdía el control cuando estaba chica de mi magia. – y aun así me tengo que esconder, lo que no tiene sentido, porque todos me habrían aceptado desde que nací solo por ser la hija de la Diosa Luna, y nadie se opondría a aquello, por lo que no entiendo por qué me tengo que esconder.

- Yo se lo tan poderosa y talentosa que eres, porque yo hice eso, quería que te convirtieras en una poderosa guerrera, en una mujer independiente a las cuales las niñas chiquitas admirarían. – Ella rodea el desayunador y se coloca enfrente de mí y me da una mirada gentil. – De todos en este mundo yo soy la única que realmente sabe lo extraordinaria que eres y serás. – Me toma de las manos. - Tú vas a ser la primera Reina Tríhibrido. Marcaras un antes y un después en el reino sobrenatural, tendrás el control total de tres de las especies sobrenaturales más caóticas y temidas que han existido. – Hace una pausa y coloca sus manos en mis mejillas. - Si te dejas ver, por quien eres en realidad, muchas personas te tendrán miedo e intentarán acabar contigo. Te escondes hasta que el mundo sea capaz de aceptarte sin formar una guerra o hasta que tú seas capaz de detener aquella guerra. - Me rio por lo estúpido que eso suena.

No me dijo nada útil o nada que ya yo no supiera. Es tedioso cuando después de todos estos años aun me tratan como niña cuando se trata de temas que en realidad me interesan. Es frustrante.

- El mundo nunca cambiará, seguirá siendo el mismo sin importa cuánto tiempo pase. – Me acerco pero no lo suficiente. – Primero dices que estoy lista y después que todavía no es el momento, decídete. Puedo ver en tus ojos como me mientes, sé que hay algo más, pero no me quieren decir, pero tarde o temprano me enterare de la verdad. – La miro a ojos frustrada.