4.

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Gabriel.

Escucho la alarma de mi celular sonar, lo cual me indica que ya son las 4:00 de la madrugada y me tengo que levantar para ir a entrenar con nana y Rose, con solo pensar en eso mi cuerpo ya se siente cansado sin haber empezado, aún.

Me siento en la orilla de la cama, aun no abro mis ojos, aún me estoy metalizando en tener que pararme. Luego de un rato, abro mis ojos, después de haberme mentalizado el duro entrenamiento que me espera. ya estoy listo para abandonar mi cama.

Al abrir mis ojos, todo se ve negro, cierro y abro mis ojos para comprobar que si abrí mis ojos y no es que quede ciego. Por suerte, no estoy ciego, o eso creo; simplemente el cuarto está oscuro, demasiado de oscuro. Me levanto de la cama y camino hacia donde yo recuerdo que esta el interruptor para encender las luces de la habitación.

Doy los cinco pasos que hay entre mi cama y el interruptor. Estiro mi mano hacia la pared para buscar el interruptor, pero no siento nada. Me muevo un poco a la izquierda para acercarme a la pared pero aún no siento nada.

Donde se supone que debe de estar una pared no hay nada, solo vacío. Doy mas pasos de lo normal me muevo para la izquierda y derecha pero no hay nada.

Uso mi visión de lobo para que me ayude a ver en la oscuridad pero aún se ve oscuro. Recurro a mi magia.

-Lux fons - Una pequeña bola de luz, aparece en mi mano la cual me brinda un poco de luz. Alumbro a mí alrededor esperando ver mi cuarto, pero no hay nada, todo está oscuro. Lo cual da un poco de miedo porque se siente como si en cualquier momento aparecerá algo de la oscuridad sin previo aviso atracándome, todo está ocurro, el no poder ser capaz de ver que se acerca o acercara es molesto.

Comienzo a caminar sin dirección esperando encontrar algo que me ayude a salir de este lugar.

Luego de caminar por un rato, al fin me topo con algo.

A una distancia de donde estoy de pie, veo varias puertas blancas, una alado de la otra, de cada una de ellas emana una tenue luz, que me permite verlas desde donde estoy.

Al acercarme noto que cada una de ellas tiene algo escrito. Infancia, traumas, familia, amigos, escuela, casa, Rose, entre otras más.

Son infinitas, veo a mi izquierda y a mi derecha y hay una larga hilera de puertas una alado de la otra.

Me acerco a la puerta que tiene escrito, Familia, en ella.

Coloco mi mano en la manigueta y la giro no muy convencido o preparado de que me encontraré del otro lado de la puerta.

Al abrir la puerta, imágenes que podrían interpretarse como recuerdos me llegan dejándome confundido por unos segundos.

Se siente como cuchillas que se entierran en mi cabeza, demasiadas imágenes me dan un dolor de cabeza.

En cada uno de ellos sale, nana, Rose, y mi madre. Momentos en los que estamos todos reunidos teniendo el mejor momento de nuestras vidas hasta cuando estábamos peleado, ya sea yo con nana, Rose o mi madre. Los mejores y peores hasta los simples momentos se me vienen a la cabeza.

Como sentados en la sala viendo la televisión hasta estar en la cocina comiendo sin dirigirnos las palabras cada uno en su propio mundo.

Cierro la puerta, solo fueron segundos y se sintió como horas, tuve que parar, el dolor se intensificaba cada vez más.

A unas tres puertas a mi derecha esta la que tiene escrito "Rose" en ella, coloco mi mano en la manija no muy convencido de sí debo de abrirla, me da curiosidad ver qué hay en esta una vez que la abra.

La Reina Trihíbrida #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora