5.

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Gabriel.

Es la hora del almuerzo, voy junto con Ada y mi grupo de amigos a la cafetería.

Al entrar en la cafetería la mirada de los presentes se enfocan en nosotros.

Aquello me incomoda y también a Ada; esta me toma de la mano y la aprieta como una forma de buscar tranquilidad.

Todos los presentes empiezan a murmullar cosas de mí y Ada, no me gustan las personas que se meten en los asuntos de los demás, es irritante y molesto.

Es como si lo hicieran con el propósito de encontrar algo que de algún modo los hará mejores o le dará significado a sus aburridas y patéticas vidas, cuando es todo lo contrario, solo los vuelve aburridos y odiosos.

Y es gracioso porque todos en este lugar son lobos, por lo cual todos pueden escuchar lo que dicen con sus murmullos. A veces siento que estoy rodeado de idiotas. Se lo mal que eso se puede escuchar pero si ustedes vieran la cantidad de estupideces que ellos hacen estarían de acuerdo conmigo.

Estoy con Ada y mis amigos sentados en una mesa conversando de cosas banales cuando me empiezo a sentir mal. Un fuerte dolor de cabeza me da, coloco ambas manos en mi cabeza y hago un poco de fuerza esperando que el dolor desaparezca pero es imposible.

Miro a todos lados, buscando a Ada, la cual no encuentro por ningún lado, la vista me empieza a doler y todo se vuelve borroso. Cierro y abro mis ojos repetida mente, esperando que así mi vista vuelva a la normalidad pero no sucede.

Me levanto de mi asiento e intento caminar hacia la salida, pero no puedo dar ni dos pasos sin tropezarme. El dolor se vuelve mas y mas intenso, que me da mareos, puedo ver el lugar dar vueltas.

Siento mi cabeza palpitar. En cualquier momento mi cabeza podría explotar.

Siento la mano de Ada en mi hombro pero se la quito bruscamente. No tengo ni idea de que esta ocurriendo y es exactamente por eso que me quiero alejar de las personas, para evitar lastimarlos o que ocurra algo que no se supone que suceda. 

Doy unos pasos mas pero mis pies fallas y caigo al suelo.

-¡AAAHH! - Grito de dolor.  Me hago bolita en el piso, de un momento a otro siento como el dolor se hace fuerte, tan fuerte que me hace perder la conciencia.

Después de eso no recuerdo nada mas.

Rose.

Abro mis ojos exaltada.

Nana esta sobre mí con cara de preocupación.

-¿Por cuánto tiempo estuve inconsciente? – Le pregunto.

- Menos de un minuto. – Me dice.

Me tranquilizo porque no fue mucho tiempo.

Nana me ayuda a levantarme. Me pide que tome un descanso que ya es suficiente. Y que podemos dejar el entrenamiento para mañana.

Una vez de pie, un nombre se me viene a la cabeza y ahí sé que todo está mal.

Dejo a nana en medio del cementerio y corro en dirección a la escuela.

La escucho llamar mi nombre, pero en estos momentos ella no es prioridad. La escuela está a media hora de donde estoy, para llegar más rápido me transformo en lobo.

Esquivo los árboles y salto los troncos que se interponen en mi camino. Siento que no estoy corriendo lo suficientemente rápido, por lo que acelero, corro tan rápido que no creí que fuera posible alcanzar la velocidad a la que voy.

A unos pocos metros veo la cancha de la escuela y a varios estudiantes dando clase de educación física.

Por lo que calculé solo fueron unos 5 minutos o menos lo que me tomo llegar.

La Reina Trihíbrida #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora