25.

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Rose.

Estamos de vuelta a la casa de Axel. Le pedí a Axel que me llevara a mi casa, pero él se negó, con la excusa de que yo deje algo en su cuarto y que me lo quería entregar.

Mientras que esperábamos a que abrieran el portón, note como varios hombres, traían enorme sacos que traían un tipo de sal que se usa mucho en magia, se utiliza más para mantener a un sujeto en especial encerrado, creando un circulo alrededor de ellos. Aunque también se usa para proteger cierto lugar de los males exteriores.

Una vez que el círculo se cierre, nadie puede entrar o salir, ya que se crea una barrera mágica invisible, pero muy resistente. Por lo general, solo un humano puede romperla, ya que si una criatura sobrenatural intenta romperla, puede sentir un horrible ardor en su mano. Una bruja o brujo lo suficientemente fuerte, pueden romperla con facilidad, pero solo si están afuera del círculo, si se encuentra dentro será una pérdida de tiempo.

Al preguntarle a Axel porque la seguridad, el solo me dice dos simples palabras.

"Luna roja"

He estado tan metida en mis propios problemas que se me olvido que la luna roja es hoy. Creo que ahora entiendo porque nana intentaba decirme algo, pero nunca supe que es porque me fui con Axel.

Al dar un paso dentro de la casa, esta extraña sensación me recorre el cuerpo causándome un escalofrío.

He evitado venir, porque la última vez que estuve aquí, escuche voces. Pero esta vez se sintió diferente.

La voces se escuchaban diferente, y no pude evitar sentir esta horrible sensación de que algo estaba mal, pero era solo por segundos; por un momento estaba bien y al otro estaba nerviosa, era como si alguien intentara avisarme de algo, pero no podía, por alguna extraña razón.

Abhigail, me enseño que estas voces que escucho, ante de que ocurra un horrible evento, solo son almas en pena, capaces de sentir el dolor que trae una muerte antes de que ocurran y yo siendo capaz de sentir y escuchar a aquellas almas, puedo saber cuando algo está por ocurrir. Ya sea una muerte o un horrible suceso.

Yo solo soy una mensajera para aquellas voces.

Pero esta vez no pude sentir, dolor, ira, miedo, angustia, pánico, tristeza; no fui capaz de sentir ningún tipo de emoción. Esta vez solo fueron voces en mi cabeza, solo eso y nada más que eso.

Axel me está diciendo algo, pero solo fui capaz de escuchar una parte, ya que me distraje al ver esta extraña mujer detrás de él mirándome a los ojos fijamente.

- Rose. – Dice Axel. El mueve su mano enfrente de mi cara, para llamar mi atención.

- Lo siento, no te escuche.- Me disculpo. - ¿Qué decías? – Le pido que me repita, pero de nuevo, me distraigo por mirar a aquella señora.

La señora de tez morena, cabello rizado, estatura promedio, a simple vista parece redondear los 50 años.

- Lo siento no escuche nada de lo que estás diciendo. – Interrumpo a Axel antes de que diga otra palabra. Es imposible para mi prestarle atención, cuando la mirada penetrante de la señora me desconcentra. - Dime por favor que si puedes ver a la mujer detrás de ti.

Axel se gira confundido, y mira detrás suyo para ver de quien hablo.

- No hay nadie aquí Rose. Solo estamos tú y yo. – Él me vuelve a mira con el ceño fruncido. - ¿A quién estás viendo?

La mujer comienza a caminar, alejándose de nosotros. Mantengo mi mirada en ella, no me permito quitarle la mirada ni por un segundo.

La señora al llegar al final del pasillo se detiene y me mira.

La Reina Trihíbrida #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora