La Reina Trihíbrida #1

27.

Rose.

Al salir, vi cuerpos en el suelo los cuales formaban un camino.

Seguí los cuerpos en el suelo lo que me llevo al centro de la manada, donde se encuentras las casas e edificio comerciales.

Al llegar, vi como las casas eran consumidas por el fuego. Una escena horrible.

Está pasando justamente lo que soñé. Cuerpos sin vida, personas corriendo de un lado a otro llenas de miedo y pánico, hogares reducidos a cenizas gracias al fuego. Y todo esto es culpa de aquella bruja.

Alcanzo a ver a la bruja no muy lejos de donde estoy, peleando con los guerreros de la manada entre ellos esta Axel.

Corro en dirección a ellos, para intentar detener aquella misión suicida a la que ellos se apuntaron.

Se me parte el corazón al ver a madres cargar a sus hijos en sus hombros los cuales no dejan de llorar por el miedo.

Veo a Axel intentar pelear con la bruja, el alcanza a golpearla, pero ella tiene a la magia de su lado mientras que Axel no tiene ninguna ventaja, excepto artes marciales, el cual es muy bueno, pero no lo suficiente para ganarle a un bruja.

Ella cansada, elije el camino rápido. Eleva el cuerpo de Axel junto con el resto de los hombres que intenta pelear contra ella en el aire y luego los expulsa, haciendo que algunos caigan varios metros alejados de ella, y otros dentro de una casa creando un gran agujero en la pared.

-¡Detente! – Grito lo suficientemente alto para que ella me escuche.

Se voltea, olvidando a los demás y centra su atención en mí.

- Creí que ya me había encargado de ti. – Finge un rostro de decepción.

Miro a Axel, él está a salvo, adolorido, pero está bien.

Miro a nuestro alrededor, al no ver a nadie cerca de nosotros, los cual será imposible que me vean, sigo mi plan.

Comienzo a caminar hacia ella de manera decidida. Me quito mi pulsera y la hago desaparecer. Ahora está en un lugar seguro.

- Ignalusa – Creo una bola de fuego y se la lanzo. Ella no reacciona a tiempo ya que la bola de fuego impacta en su pecho, debido a la velocidad y fuerza con que la lancé, su cuerpo cae al suelo por el impacto.

- Eres una bruja – habla en tono sorpresivo la bruja. - ¿Cómo no me di cuenta? – Ella se hace la sorprendida, pero no decepcionada, en cambio la noticia la alegra.

- ¿Por qué no vienes por mí? – La miro para luego salir corriendo adentrándome al bosque. Entre más me aleje de las personas, mejor.

Ella me lanza bolas de fuego, tal y como la que yo le lancé una hace un momento atrás. Logro esquivarlas. Ellas en vez de impactarme, impactan contra los árboles.

Cuando estamos lo suficientemente lejos de las casas decido enfrentarla. Me subo a un árbol para poder ocultarme de momento.

Ella está debajo de mí mirando hacia todos lados buscándome.

- ¿Dónde estás? – Ella mantiene aquella sonrisa psicópata en su rostro.

La manera en que sonríe o actúa ante las situaciones, dice mucho sobre ella.

- ¿Por qué no sales y peleas o acaso tienes miedo?

Una vez que ella se coloca debajo de mí, salto sobre ella, actuó rápido, coloco mis manos en su cabeza e intento desnucarla. Ella para sacarme de encima se tira al suelo de espalda, con fuerza. Al caer me lastimo la espalda.