8.

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Axel.

Llego a casa luego de perseguir a un vampiro por el bosque que se coló en la manada junto con otros.

Creo que están relacionados a la muerte de un grupo de chicos que encontramos sin vida en el bosque. Por suerte logramos atraparlos y pronto recibirán un castigo digno.

Mis hombres averiguaran si fue un caso aislado o no.

Algo extraño sucedió en lo que perseguíamos a aquel vampiro, escuche una voz femenina, que no había escuchado antes, aunque si no fuera por aquella voz lo hubiéramos perdido.

Estoy empezado a creer que fue producto de mi imaginación, al menos esa es la única explicación razonable.

Me dirijo a mi habitación para darme una ducha, estoy lleno de tierra y huelo a vampiro, un olor que detesto.

Me detengo al escuchar que tocan la puerta. El olor a fresa con menta me llega, no necesito abrir la puerta para saber quién se encuentra del otro lado.

Me pregunto que hace Rose aquí tan tarde.

Abro la puerta, Rose me sonríe nerviosa.

- ¿Estas ocupado? – Me pregunta antes de que yo pueda interrogarla.

- ¿Qué estás haciendo aquí? – La interrogo.

- Yo pregunte primero.

- No. – Respondo a su pregunta. – Ahora tú.

- Estaba en medio del bosque caminando y como no quería ir a casa decidí que venir aquí. – Ella se muestra con poco interés y habla de manera despreocupada.

- ¿Así que me elegiste a mí? – Uso un tono coqueto y una sonrisa se forma en mi rostro. Ella en respuesta rueda los ojos y empieza a caminar alejándose de mí.

Grandioso Axel, ahora la espantaste.

- ¿Vienes o no Williams? – Me pregunta.

Cierro la puerta detrás de mí y la sigo.

- ¿A dónde vamos? – Le pregunto.

- A mi lugar secreto. – Dice sin más.

Ella se adentra al bosque y yo la sigo como buen mandado.

- Llegaremos en pocos minutos. – Me dice antes de que pueda preguntar.

- Esta bien. – Digo. Ella camina adelante, la observo mientras la sigo en silencio.

Ella mete sus manos en los bolsillos de su pantalón; se ve nerviosa.

Ella se detiene y espera a que yo me le acerque a su lado, cuando estamos hombros a hombros empieza a caminar de nuevo siguiéndome el paso, pegados.

- ¿En qué piensas? – Me dice. Rompiendo el silencio que se había formado.

- En lo tensa que estas. – Le respondo. Ella me da una sonrisa nerviosa que disfraza con una actitud relajada. – Entiendo que soy guapo y eso pone nerviosa a cualquier chica, pero creí que mi encanto tuviera efecto en ti. – Ella me responde con una carcajada.

- No estás tan guapo. – Dice juguetona. – Estas normal.

- ¿Normal? – Me hago el ofendido. Ella me mira sonriente.

- Aquí entre nosotros yo soy la que se ve bien. – Sonríe victoriosa. – Soy así de irresistible. – Me guiña el ojo.

No puedo evitar sonreír.

- En eso estamos de acuerdo. – Concuerdo con ella. Rose se me queda mirando a los ojos y la enorme sonrisa que tenía en su rostro poco a poco se desvanece. Ella se lleva un mecho de cabello detrás de la oreja y traga saliva. Sonrió al notar que logre mi cometido. Ponerla nerviosa.

La Reina Trihíbrida #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora