Dyna me miró sin ninguna expresión. Al parecer, mencionar a su hermano no había sido una muy buena idea.—Si esperas a que me sorprenda tu decisión, no es así.—Respondió y se acercó un poco más a mí.—Sabía que ibas a venir con nosotros... después de todo es tu papi de quién hablamos.—Aseguró, en forma de burla y después, entrecerró sus ojos queriendo ocultar algo detrás de sus parpados.— Lo que si me sorprende es el tiempo que tardaste en tomar una decisión. DeLury es un compañero muy... apasionado... pero, no imaginaba que eso fuera un problema para que tomarás una decisión. Supongo que me equivocaba.
Seguía doliendo mi garganta cada vez que pasaba aire o intentaba responder y, aunque me molestaban los comentarios de Dyna, decidí esperar un momento más para recuperarme un poco. Solo esperaba que el que casi me dejara sin aire no me dejara marcas.
Eso me recordó a algo que tenia en un lugar recóndito en mi mente.
Mamá siendo atacada.
Recordar aquello me dio un impulso para intentar levantarme.
Tragué saliva con dolor y esfumé ese recuerdo; recordar a mamá en general me causaba una gran preocupación, sin embargo, estaba esperanzada en que la volvería a ver sabiendo que no había hecho ninguna locura para buscarme.
—¿Qué? ¿No dirás nada?—Cuestionó, poniendo sus manos en las caderas mientras se movía delante de mí y, cuando vio que no iba a responder, me empujó para que siguiera caminando.—A la próxima no usaré toda mi fuerza.
Dyna, por alguna razón, nos hizo entrar de nuevo a la mansión. Subimos las escaleras pense que me llevaria a mi habitación pero, en su lugar, abrió una de las puertas blancas mostrando una recamara vacía y fría.
¿Qué estábamos haciendo ahí?
La habitación era como cualquier otro espacio de esta enorme mansión. Cama enorme, ventanas que llegaban del suelo hasta el techo siendo cubiertas de grandes cortinas, un baño espacioso y un vestidor. Todo eso, solamente para que una sola persona descansara ahí. Era demasiado el espacio solo para una persona.
Dyna entró con grandes pasos, sus botas hicieron un sonido curioso en el suelo. Ella ahí parecía que no combinaba con los colores tristes que se encontraban en la habitación. Su cabello negro y brilloso le llegaba hasta la espalda y se movía de un lado a otro cuando caminaba inspeccionando la habitación. Aún no entendía qué hacíamos ahí y tampoco se lo pregunté. Me quede quieta en la puerta esperando a que me dijera de qué iba todo esto. Después de decirle que aceptaba el plan pensaba que me llevaría con Marcus a explicarme todo lo relacionado con ello, pero había sido como si le valiera dos cacahuates.
Y yo no queria perder el tiempo viendo una habitación vacía.
Me crucé de brazos, me pasé el dedo por el cuello, preguntándome aún si iban a quedarme marcas.
El color rojo, seguro que sí.
Dyna me miró unos momentos.—Acogedor, ¿no?
Ni siquiera me molesté en responder.
—Será mi nueva habitación.
Soltó la bomba de información con una sonrisa sarcástica.
No.
Ese fue el primer pensamiento que se me vino a la mente.
No, no, y no... bastante tenia con que me molestará hasta casi matarme cuando nos veíamos y ahora estaría...
—Seremos vecinas o algo así.—Mencionó, sin emoción. Tampoco le hacia muy feliz. — Conall quiso que estuviera más cerca de ti para que no hagas nada tonto.—Dyna me observó con una sonrisa de crueldad, mostrando sus lindos dientes; mientras que yo, me había puesto tensa de los pies a la cabeza. Ya tenia demasiado con Dyna y ahora estaría cerca de mí cuando le apeteciese. Incluso, podría atrapar a Evan saliendo de mi habitación o queriendo entrar. No tendriamos privacidad.
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ELEMENTOS: Amor de Fuego
Fantasy"Los Elementer son peligrosos. Habían llegado a la Tierra solamente con varias ideas: destruir, esclavizar o asesinar. No podías con ellos. Una vez que te topabas con uno solo podías huir o pelear hasta morir. Ellos controlan los cuatro elementos-d...