Después de aquello me fui a casa. El sueño nunca vino y las luciérnagas ya estaban muriendo poco a poco. Me entristecí igual que ellas. Pensé en unos ojos grises pero, después me di cuenta que no era el momento adecuado para hacerlo.
Zack era lo que me preocupaba ahora.
De igual manera que mamá y su seguridad.
Temía tanto que ella no estaba enterada de nada.
Miré hacia el techo blanco, deseando no pensar más. Deseando no cargar con tanta información en mi cabeza.
Pensé en la historia desgarradora de Zack. Ver a tu madre morir debía de ser lo peor y comprendía porque su odio a los Elementer era mayor que el odio de muchos de nosotros. Y, aunque, no me contó cómo fue que consiguió trabajar para aquellos tipos, sabía que debía de ser tan peligroso como se escuchaba al igual de que, así él pensaba llenar aquel vacío.
Aquel vacío que yo también llevaba conmigo.
Conocía cómo se sentía pero, a diferencia de él, yo nunca encontré cómo llenarlo.
No quise pensar en papá. Así que, volví al tema de Zack. Sabía que no lo convencería de su locura de que dejara de asesinar Elementers y eso era lo que me asustaba más, porque Evan estaba esperando una respuesta de mi parte.
Yo no podía decirle a Evan que Zack, mi amigo, estaba relacionado con el gobierno.
No.
No entregaría a mi amigo de esa forma. No estaba bien.
Así que, toda la noche me pregunté, ¿Qué pasaría si no decía nada? ¿Vendrían de todos modos los Elementer a buscar al sospechoso?
¿Qué pasaría?
Después de que mis ojos no podían más me quede muy muy dormida.
Los días pasaban, a veces veía pasar a Zack, tan serio incluso más que antes. Después de saber todo lo que hacía no lo veía de la misma manera. ¿Tierno? ¿Lindo? Eso había quedado en el pasado. No hablábamos mucho, pero suponía que habíamos quedado mejor que antes. El hecho de que los dos teníamos secretos que guardarnos era lo único que nos quedaba para aguantar y seguir fingiendo que todo estaba bien.
Mamá no volvió a preguntar qué pasaba entre nosotros porque seguramente pensaba que lloraría si me lo preguntaba y es que, no la culpaba. Cuando me encontraba con ella mi mente solo trabajaba al doble y siempre estaba tan callada pensando en qué decirle a Evan en cualquier momento que se me apareciera.
No le quería mentir pero, tenia que hacerlo.
Si él lo supiera todo, lo entendería ¿verdad?.
En casa solo pasaba el tiempo leyendo, viendo películas, escuchando aquel viejo disco de papá y limpiando.
Quería intentar distraerme aunque no funcionara del todo.
Sin darme cuenta, los días siguieron pasando y pasando y cada vez me ponía más nerviosa.
Al día siguiente, no sabía que esperar. A veces, me despertaba pensando que en cualquier momento los Elementer entrarían a nuestra casa a la fuerza buscando a alguien que trabajara para el gobierno.
Cuando lo pensé mejor, me di cuenta que Zack corría peligro, real peligro.
Debí advertirle antes.
Quizá, aún podía hacerlo.
Pero si lo hacia de todos modos ¿a dónde iría Zack? En todos lados estaba infestado de Elementer y eso solo haría que su enojo por ellos aumentara.

ESTÁS LEYENDO
ELEMENTOS: Amor de Fuego
Fantasy"Los Elementer son peligrosos. Habían llegado a la Tierra solamente con varias ideas: destruir, esclavizar o asesinar. No podías con ellos. Una vez que te topabas con uno solo podías huir o pelear hasta morir. Ellos controlan los cuatro elementos-d...