Seguía abrazando a Evan. Su respiración tranquilizadora estaba debajo de mi cabeza y su calor seguía disparándose por todo mi cuerpo. Su olor me estaba embriagando.
—¿Cómo supiste que estábamos en peligro?—. Le pregunté.
Su cuerpo se volvió tenso por unos segundos, pude sentirlo, sus brazos me soltaron y me tomaron de los codos alejándome un poco de él. Sus ojos color tormenta analizaron los míos detenidamente como si quisiera decirme algo sin palabras. Un secreto. Algo oculto. Agachó su cabeza y se distanció de mí. Sin más. Su distancia me dejo congelada y fría. Me sentí... vacía. Su silencio me daba mala espina.
Su expresión se volvió seria, de nuevo, no podía predecir que le pasaba ahora.
Evan era un misterio para mí aún.
—El askano iba corriendo por el bosque, yo estaba vigilando el perímetro y lo seguí hasta aquí.
—Oh. — Fue lo único que pude decir al respecto. Sentía que algo más estaba ocultando. Busqué su mirada pero la apartó. Algo estaba mal y no me lo iba a decir. ¿Por qué debería de hacerlo?. Sin embargo, intente no darle importancia, mi cabeza comenzó a doler y no quería pensar más, solo quería que todo esto terminara. —¿Qué vamos hacer?— pregunté.
—¿Sobre qué?
—Sobre todo. Sobre los Askanos. ¿Qué vamos hacer?
Evan soltó una pequeña risa sarcástica. — ¿Vamos? Oh no, tú no vas hacer nada Emma. — Negó con la cabeza repetidas veces y con seriedad. Dio algunos pasos hacia adelante acercándose de nuevo a mí.— Tú cuidaras a tu mamá, te quedaras en casa y no te meterás en problemas. ¿Entiendes?.
Un pensamiento me golpeo la cabeza. ¿Cuidar a mamá? ¿Cómo iba a cuidarla de algo así? Hoy lo había hecho bastante mal. Y me odiaba por eso.
Me pasé una mano por el cabello y me relamí los labios sintiendo seca mi garganta. Yo necesitaba hacer algo, no podía callar esto. —Necesitan saber lo que esta pasando.
—¿Quiénes? — preguntó con rudeza.
—Todos.
Evan sonrió de lado y volvió a negar. Sus pasos lo acercaron a mí y sus ojos observaron los míos detenidamente y en algún momento cayeron a mis labios pero no por mucho tiempo. —Sí eres inteligente, no lo contaras.
—¿Por qué no?
—Nadie te va a creer para empezar, suficiente tienen con nosotros, y solo crearías pánico de algo que desconocen.
Negué con la cabeza de un lado al otro, retrocediendo. Ahora yo distanciándome de Evan hasta que mi espalda quedara pegada a la pared que se encontraba detrás de mí. Comenzaba a molestarme. Evan frunció su entrecejo seriamente como resultado de tomar mi distancia. Sus cambios de humor me mataban. Y creer que hace unos minutos lo estaba abrazando.—Mamá me va a creer. — Dije.
—Tu mamá no recordara nada.—Negó con la cabeza levemente. —Perdió la consciencia y seguro que con la falta de energía pensara que todo fue una mala pesadilla.
Miré hacia otro lado, molesta y cruzándome de brazos.
¿Cómo podía estar tan seguro de que eso seria lo que le ocurriría a mamá?
Seguramente por experiencia en estos ataques.
Mi mente seguía dándole vueltas al asunto. Yo creía que todos tenían derecho de saber la verdad, no sabia cuál era el problema con Evan sobre contarlo.
Evan se acercó bastante nuevamente, eliminando cualquier distancia entre nosotros. Uno de sus brazos estaba recargado en la pared a un lado de mi cabeza.
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ELEMENTOS: Amor de Fuego
Fantasy"Los Elementer son peligrosos. Habían llegado a la Tierra solamente con varias ideas: destruir, esclavizar o asesinar. No podías con ellos. Una vez que te topabas con uno solo podías huir o pelear hasta morir. Ellos controlan los cuatro elementos-d...