Así que estaba castigada y mamá no me dejaba ni siquiera salir al patio. Era aburrido y molesto. Por un lado, entendía a mamá, estaba preocupada por su hija pero lo que hice fue para ayudar ya que nadie parecía importarle o hacer algo al respecto, pero tampoco esperaba que alguien nos ayudara a conseguir alimentos. Era nuestra necesidad y aún lo sigue siendo, el alimento que conseguí no nos durara para siempre.
Mamá hizo carne, ¿ Hace cuánto que no comía esto? No lo sabia pero estaba buenísimo, sin embargo eran porciones pequeñas, mamá no era tonta y sabia muy bien como yo, que teníamos que cuidar la comida y administrarla lo mejor posible.
Eso era algo que todos tenían que hacer.
Creo que ya era un hábito.
En toda la tarde no vi a Zack, seguro que seguía enojado conmigo o sentido. Quería ir a verlo y aclarar las cosas aunque no sabia muy bien que decir, aunque si lo supiera, mamá no me dejaría salir.
Cuando la luna estaba en su mayor apogeo mamá fue a darle las pastillas a la Señora Russel mientras me dejaba en casa sola.
Me acerqué a la puerta principal por la que mamá había salido hace unos minutos, la abrí y salí al porche, si mamá se molestaba porque me veía afuera no me iba a importar, no estaba haciendo nada malo, además no es bueno quedarse tanto tiempo encerrada en casa con tanto aburrimiento.
Me senté en los pequeños escalones que daban a la puerta de la entrada, el aire fresco hacia bailar mi cabello hacia atrás. Se sentía bastante agradable. El cielo estaba totalmente despejado y las estrellas brillaban y parpadeaban de manera como ellas solo saben hacerlo.
La casa de los Russel estaba delante de la nuestra, literalmente solo tenias que cruzar la calle y llegabas a su porche. Mamá salió de la Casa de la Señora Russel despidiéndose con sonrisas y a voz alta diciendo que regresaría después.
Mamá dio unos cuantos pasos viéndome desde lo lejos, ahora no parecía tan enojada pero seguro que su castigo seguía en pie.
A lo lejos una sombra salió de los arbustos, creo que era un hombre de negro, no lo sabia estaba muy lejos y yo no podía visualizarlo bien. Pensé que solo era una persona dando una caminata con esta brisa agradable. Pero cuando comenzó acercarse con lentitud a mamá lo supe, supe que mamá estaba en peligro y antes de poder tan siquiera gritar y avisarle, el hombre tenia a mamá por el cuello con velocidad anormal.
—¡Mamá!— grité lo más fuerte que pude.
Corrí sin pensarlo dos veces lamentándome de no tener mis cuchillos a la mano. Mamá comenzó a gritar y el hombre le estaba diciendo algo que yo no alcanzaba a entender.
Intenté apartar al hombre de mamá pero con una de sus grandes manos me empujó con fuerza, una fuerza que no era normal. ¿Elementer? Con la luz de la luna pude ver sus ojos eran totalmente blancos, vacíos. Algo que jamás había visto, no en un Elementer.
Mi espalda tocó el pavimento con el golpe, dolió.
Intentar pararme y ver como a mamá la estaban lastimando fue lo más horrible que jamás había sentido, pero también me sentía bastante desesperada y con miedo, por primera vez no tenia idea de que hacer. No había nada a mi alrededor que pudiera ayudar.
El sujeto alzó a mamá mientras ella luchaba por respirar y quitar aquellas manos de su cuello. Mamá seguía luchando pataleando con sus piernas que ya no tocaban el suelo.
—¡Por favor! ¡No le hagas daño!— Supliqué. Mis lagrimas comenzaron a derramarse por mis mejillas. Mis ojos no se apartaron de mamá por ningún segundo.
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ELEMENTOS: Amor de Fuego
Fantasy"Los Elementer son peligrosos. Habían llegado a la Tierra solamente con varias ideas: destruir, esclavizar o asesinar. No podías con ellos. Una vez que te topabas con uno solo podías huir o pelear hasta morir. Ellos controlan los cuatro elementos-d...