Evan DeLury me había besado. No sabia cómo sentirme al respecto y estaba segura que él tampoco por la forma en la que se había ido como si se hubiera arrepentido de haberlo hecho o como si de alguna manera le doliera algo dentro de él. Ambos estábamos en la misma situación. Él, después de todo, era un Elementer y yo, solo una humana común y corriente. ¿Qué pensaría su especie de saber que él me había besado? O al contrario, ¿Qué pensaría mi madre o Zack de saber que había besado a un Elementer? No seria una noticia maravillosa.
Habían pasado algunas semanas más. No había visto en ningún momento a Evan, de hecho no creía que quisiera verme de nuevo y, no sabia si yo también. Después de besarnos yo había sentido que se encendía algo en mí, algo que no sabia si era correcto. Sabia que si lo volvía a ver no podría ocultarlo con nada y solo lo alimentaria más. Eso me asustaba. Sin embargo, cada día que pasaba por la sala de estar tan solo recordaba ese momento, sus manos, sus labios, sus besos y la forma en la que me miraba. El brillo de sus ojos...
El beso lo había complicado todo.
Y estos días, solo era una batalla contra mi mente y mi corazón. El beso solo confirmaba la teoría de que me atraía pero, que me gustara era mucho, necesitaba separar las cosas y calmar mis estúpidas hormonas. Era inapropiado. Era incorrecto y muchísimas cosas más.
Era un Elementer.
No cualquier Elementer pero, necesitaba recordarmelo de igual manera.
Un día en el que estaba sentada en mi cómodo sillón con los ojos en un libro que solo pretendía poner atención, alguien llamó a la puerta. Y, no sé la razón pero, mi primer pensamiento fue Evan. Era claro que no podía ser él, era de día, mamá estaba en casa y podía ser visto con facilidad. No podía ser él. Entonces, ¿por qué quería que fuera él? Ridículo.
Iba a abrir la puerta con unas misteriosas esperanzas que no sabia de donde provenían, pero mamá se adelantó. En el porche, por lo que pude ver, se encontraba aquel vecino llamado Jin. Un poco alto y delgado. Me decepcioné sin saber el por qué. De nuevo, me acomodé en mi asiento mientras escuchaba disimuladamente.
—Emily, me alegra que estés aquí. — Dijo su voz sonaba alterada como si hubiera corrido hasta llegar a nuestra casa.
—¿En dónde más estaría? —Contestó mamá.
—Cierto.—El hombre se dio un respiro.—Va haber junta, todos tienen que ir.— Esta vez levante mi rostro y mi mirada cayó hasta el umbral de la puerta. Raro. Nunca pedían que fuéramos todos los vecinos a las dichosas juntas.—Tenemos buenas noticias.
La junta era en la casa de la Señora Russel ya que se supone que todos teníamos que estar para escuchar las buenas noticias y ella casi no se podía mover. En realidad, no eramos muchos vecinos y eso, me entristeció. ¿En qué momento nuestra pequeña colonia se había hecho más pequeña? Después, me enteré que muchos de ellos decidieron irse al ver que a Port Isabel no le quedaba mucho tiempo. Lo cual me entristeció aún más.
Zack estaba ahí. Su mirada no iba hacía a mí en ningún momento, siempre al suelo mientras cruzaba los brazos. A mamá no le comenzaba a gustar su comportamiento, decía que parecía un niño inmaduro haciendo esos gestos sin querer saludarme pero, en mis adentros, estaba segura que ella estaría igual si supiera que me veía con un Elementer. Yo no fui hacia él. Tampoco hice el esfuerzo por acercarme o saludarlo porque presentí que en algún intento con hablar con él, me ignoraría delante de todos. No obstante, su padre, Alan James, me observó e hizo un gesto con la cabeza. Quise pensar que era un saludo inofensivo pero, no me pude sacar de la cabeza la idea de que dejaba a su hijo hacer cosas peligrosas con armas peligrosas que sabia que poseía.
ESTÁS LEYENDO
ELEMENTOS: Amor de Fuego
Fantasy"Los Elementer son peligrosos. Habían llegado a la Tierra solamente con varias ideas: destruir, esclavizar o asesinar. No podías con ellos. Una vez que te topabas con uno solo podías huir o pelear hasta morir. Ellos controlan los cuatro elementos-d...