El viento del bosque hizo que mi cabello se detuviera detrás de mis hombros, también erizó mi piel. Esta vez no pude contener las lágrimas y mis piernas no pudieron sostener más mi peso. Me dejé caer en mis rodillas delante de aquel hombre vestido de negro. Me arrastré por el suelo hasta alcanzar un tronco donde poder darme un respiro y descansar mi espalda adolorida. El Elementer de ojos grises me observaba. Cada movimiento que hacía el estaba ahí para analizarlo. No sabía que estaba esperando.
Cerré mis ojos para contener mis lagrimas y me daba tanta rabia tener que ser tan débil delante de un Elementer.
—¿Qué estás esperando?— mi voz se escuchaba ronca y después de hablar mis lagrimas corrieron por mis mejillas. Mi estómago dolía. Su ceño se frunció ante mi comentario y sus ojos color tormenta se desviaron hacia al cielo. —¿Te quedarás ahí parado hasta que muera del dolor? Porque eso no va a funcionar. — Coloqué mi mano en mi cadera intentando calmar el dolor pero solo el toque lo empeoraba. Gemí del dolor e intenté tranquilizarme, pero era imposible teniendo a un Elementer tan cerca y sin saber cuál sería su siguiente movimiento.
—Tienes que irte antes de que llueva. Si te vas ahora podrás llegar seca a tu casa.— Su voz grave era extrañamente tranquila. Levanté mi rostro observando cada uno de sus movimientos mientras se marchaba. Entonces...¿Me dejará vivir?. Sus botas negras y sus pasos fuertes pisaban el césped haciendo un sonido particular.
Extrañada pregunté lo obvio:— ¿No me... mataras?—. Mi voz detuvo sus pasos y me observó por encima de su hombro.
—No.— respiró fuerte elevando su espalda lentamente.— Pero no me hagas cambiar de opinión.— Volvió a caminar con pasos fuertes y sin dejar rastro desapareció de mi vista.***
Aquel Elementer me había salvado la vida. Era cierto. Porque de no ser por él aquella chica, Dyna, me hubiera pulverizado o esas cosas que hacen los Elementer de Tierra. Después de que el chico de ojos tormentosos se fuera. Me levanté lo más rápido que pude con ayuda del tronco. Y caminé con dolor hasta ver el pueblo y mi casa. No sabía cómo explicarle a mamá estos golpes y la sangre cuando me viera. ¿Qué le diría?. "Hola mamá, todo está bien, el venado me atacó, lo juro". Supongo que tendría que decirle la verdad. Me acerqué a casa y entré por la puerta de atrás como estaba acostumbrada— además de que siempre teníamos una llave escondida— cerré la puerta detrás de mi. Estaba a salvo y cansada. Caminar con dolor de huesos era horrible. Mi cabeza comenzó a doler y el mareo le siguió. Entonces solo escuché un grito. Era mamá. Mi mundo dio vueltas y seguramente mi cabeza alcanzó el suelo. Desmayada.
Quién diría que desmayarse se sentía como dormir profundamente. Aún así, escuchaba lejanamente la voz de mamá diciendo mi nombre. No sabía que pasaba, pero mi vista comenzó a regresar del sueño y volví a entrar en razón. Mamá estaba delante de mi sosteniendo mi rostro y observándome con preocupación. ¿Cómo había llegado a la cama?.
—Esta despertando— comentó mamá sus manos analizando cada una de las heridas. El dolor volvió. Me quejé. Mi estómago volvió a doler y mi espalda ardía.
—¿Está bien?— la voz de Zack sonó en algún lugar de la habitación. Su preocupación era notoria.
—Por ahora— mamá se alejó un momento y regresó con un vaso de agua y unas pastillas en otra mano.—Emma debes tomártelas, calmará el dolor.— una de sus manos se acercó a mi boca y metió las pastillas en ella y después me ofreció agua, la cual tomé con su ayuda. Las pastillas pasaron por mi garganta con dificultad y al tragar mi estómago y espalda dolieron aún más.
Zack apareció a un lado de mamá inclinándose para verme mejor. —Dioses Emma, ¿qué pasó? ¿Quién te hizo esto?.
Me acomodé en la cama con cuidado.—Estoy bien— dije con risas nerviosas intentando convencerlos.— Pudo haber sido peor.
—Eso no fue lo que vi en mi cocina. Te desmayaste.— Mamá seguía preocupada, lo notaba en su rostro y por cómo me miraba con sus ojos castaños. Pero Zack... estaba molesto.—¿Qué pasó?.
—Fui al bosque.— Contesté. Las dos personas que estaban delante de mi pusieron los ojos en blanco. Zack cruzó sus brazos delante de él y con su mirada decía todo.
—Emma yo te dije que era peligroso.
—Mamá nos hace falta comida. Yo... solo... quería ayudar.— dejé caer mis brazos a los lados de mi cuerpo, derrotada.
—Me ayudas más quedándote en casa y obedecerme—. Su mano tomó la mía, estaba helada.— No sabes cómo me preocupe por ti.— Apreté su mano con la mía y le di una sonrisa.
—Mamá estoy bien.
—Lo se, ya lo dijiste. No vuelvas hacer algo así.— El índice de mamá estuvo delante de mi cara demandando. Sinceramente pensé que estaría más enojada pero al parecer estaba más asustada que nada, tal vez sintió un alivio al verme.— Te traeré más agua.— Se levantó de su asiento y salió por la puerta de la habitación bajando las escaleras. Los únicos que quedabamos en esta habitación era Zack y yo. Lo observé detenidamente.
—¿Me vas a decir que te molesta?— cuestioné frunciendo mi ceño.
—Tu madre no te lo dirá pero yo si— su mirada molesta me observó, sus brazos seguían cruzados, se acercó sentándose donde antes estaba mamá.—¿En qué estabas pensando?— entendía su preocupación pero no necesitaba un sermón ahora. Mi cabeza dolía y quería descansar.
—¿No podemos hablar de esto después?— pregunté recostándome en la cama arrepentida de tan siquiera haberle preguntado.
—¿Cuándo? ¿Cuándo vuelvas a hacer una estupidez?— giré mi rostro un poco molesta, sí seguía así mi dolor de cabeza provocaría que le gritara.—Tu mamá vino hasta mi casa preocupada, pensaba que estabas muerta.— su mano tomó la mía, era grande y cálida. Rodeo mi muñeca. Giré mi rostro para observar sus ojos marrones y pequeños. Su mano fue hasta mi rostro y tocó una herida con cuidado. No dolió.—Pudiste haber muerto—. Parecía triste ahora. Me sentí mal por él o por mamá. Tenía razón había sido idiota pero de algún modo mi preocupación era otra. Necesitábamos comida. ¿Qué haríamos después de esto? La caza no sería nuestra solución para siempre y menos recoger frutos. Respiré pesadamente y cerré mis ojos, como si eso pudiera solucionar algo.🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤
Segundo capítulo. Si han llegado hasta aquí les doy las gracias por leerme y apoyarme siempre. La historia apenas va comenzando solo les pido paciencia para que las historias de los personajes se vayan desarrollando como tengo planeado. No quiero darles algo rápido y de mala calidad. Así que por ahora disfruten y quédense con la intriga de que pasará después y después....Besos
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ELEMENTOS: Amor de Fuego
Fantasy"Los Elementer son peligrosos. Habían llegado a la Tierra solamente con varias ideas: destruir, esclavizar o asesinar. No podías con ellos. Una vez que te topabas con uno solo podías huir o pelear hasta morir. Ellos controlan los cuatro elementos-d...