10: DeLury

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La chica era hermosa, por eso supe que era una Elementer. Se acercó aún más a nosotros, sus ojos iban de Evan a mí. Analizándonos como sí algo estuviera buscando entre nosotros. Evan se alejó de mí de manera rápida, lo había olvidado, estábamos tan cerca que podíamos abrazarnos sí quisiéramos.

No sabia qué hacer, ¿Debía de correr?.

Con mis dedos comencé a tocar mi cuchillo que estaba en mi bolsillo trasero, donde lo había dejado antes. De alguna manera me hacia sentir un poco más segura saber que mi cuchillo estaba ahí si lo necesitaba. La chica rubia se cruzó de brazos y sus ojos grises observaron a Evan. Los ojos de la chica eran hermosos, pero los de Evan tenían algo más que los hacia únicos.

—Pensé que estabas cuidando el perímetro, Evan.— La voz de la chica era delicada y con un tono demasiado amable para ser verdad. Evan ya conocía a la chica por lo que podía ver, solo esperaba que eso fuera algo bueno. Mis ojos fueron hasta Evan, estaba relajado pero su manera de alejarse de mí fue totalmente rígida.

—¿Qué haces aquí Lana?.—Evan puso los ojos en blanco mientras veía a la chica y metió sus manos a los bolsillos de su uniforme negro.

La chica, que al parecer se llamaba Lana, comenzó a observarme ignorando a Evan, una sonrisa extrañamente amigable se extendió por todo su bello rostro y empezó a caminar hasta mi dirección. Evan permitió que se acercara a mí, la chica me extendió la mano amablemente. —Hola, soy Lina Cowen pero mi hermano me dice Lana solo por molestar.—Encogió sus hombros sonrientemente.

¿Hermano? ¿Evan tenia una hermana?. Sinceramente no se parecían en nada a excepción de los hermosos ojos grises y la altura, la chica era alta casi como Evan. La cabellera rubia de la chica estaba tapando uno de sus hermosos ojos. Lina llevaba puesto un labial rosado, de hecho, ahora que lo notaba, estaba maquillada. Tenia sombras de diversos tonos cafés en sus ojos y el rímel negro en sus pestañas hacia que se vieran aún más largas de lo que ya estaban. Lo que yo daría por tener unas pestañas así. . .

Giré mi rostro para poder observar a Evan y saber si esto le parecía correcto, no reconocí ninguna expresión en su rostro, ¿Qué puedo decir? Necesitaba conocerlo más para saber que quería decir con la mirada.

Evan solo estaba observando la escena y no hizo ningún tipo de movimiento o expresión. Todo en él era seriedad pura.

Después de unos segundos, le di la mano a Lina.—Emma... Lane.— Me presenté, su mano era muy suave y así de cerca era aún más hermosa. Pude ver claramente sus pecas distribuidas por todas sus mejillas delicadamente. ¿Por qué los Elementer tenían que ser así de hermosos? Seguramente a lado de ella yo parecía un pequeño ratón peludo.

—Lane ¿eh?.

Asentí mientras soltábamos nuestras manos. Sus ojos grises acompañados de pestañas largas fueron hasta Evan de nuevo, quien tenia sus brazos cruzados como de costumbre y en puro fastidio. Intercambiaron unas cuantas miradas por unos segundos y después Lina volvió a verme, yo tímidamente le di mi mejor sonrisa. Esta situación era extremadamente extraña para mí, ahora no solo era un Elementer amable, eran dos. El mundo iba a explotar.

Ella comenzó a retroceder con sus botas negras de tacón alto haciendo un sonido fuerte por todo el suelo de la farmacia llenando el silencio. Eran unas hermosas botas.

Acomodé mi mochila en mis hombros y salí del pasillo de medicinas, me detuve a un lado de Evan sintiéndome de alguna manera más protegida. ¿Qué tal si venían más Elementer con ella? Unos Elementer no tan agradables como estos dos. Solo esperaba que la hermana de Evan pensara como él y no quisiera delatarme. . . o algo así.

ELEMENTOS: Amor de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora