Mi hermano se enamoró de mí (Jungkook fanfic ©)

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Minutos después, en la habitación de Jungkook...

 
  
  

Por Jungkook:

  
  
  
  

¿Qué rayos puedo llevarle a Cora cuando vaya a verla? ¿Qué habrá sido de ella durante este tiempo? ¿Aún me recordará?
En primera... ¿Debería llevarle algo? Tampoco me gustaría que ella malinterpretara mi presente. ¿Debería buscar en internet?

*Rayos.*

Desde que amaneció estuve pensando en qué podría llevarle a la doble de mi hermana cuando me presentara ante a ella pero nada venía a mi mente, a este paso terminaría yendo con las manos vacías. Tampoco es que Cora me esperara o espere un regalo de mi parte pero si ella llegara a ser la gemela de mi hermana como imagino, entonces también sería mi... hermana, y de serlo, en primer lugar debo tratarla como es debido, y en segunda... las cosas se complicarían más, efecto secundario inevitable.

*¿Por qué las cosas tienen que ser tan complicadas?*
 

Hoy tengo entrenamiento hasta casi las nueve de la noche y conociendo al entrenador fraude, este nos hará el día imposible. ¿En qué momento ese tipo de volvió un maldito? O mejor dicho, ¿Por qué decidió mostrar su verdadero yo?

El entrenador siempre fue un tipo raro pero jamás creí que llegara a hacer todo lo que hizo. Sigo preguntándome cuál será su verdadero motivo para joderme la vida y por qué tiene los documentos de _______, Soojin y los míos, pero mientras no haga algo en contra de las personas que quiero, aún si a mí me sigue haciendo la vida un infierno, puedo sobrellevar esto. En fin, hoy venga lo que venga, estoy preparando para lo que sea.
 

—Jungkook —oí a _______ susurrar mi nombre desde afuera de mi habitación— ¿Estás despierto?

—Sí lo estoy.

—¿Puedo pasar?

—Sí. La puerta está sin seguro... como siempre —balbuseé eso último solo para mí—. Pasa.

*¿_______ por aquí en las mañanas?*
 

Mi sirenita no tardó en entrar y apenas lo hizo, se acercó al borde de la cama en donde estaba sentado y unió sus labios a los míos en un corto pero dulce beso, acto que me tomó por sorpresa. Quedamos viéndonos fijamente a los ojos por unos largos segundos.

—¿_______?

—¿Te sorprendí?

No respondí.

—Qué —continuó—. ¿No puedo pasar por aquí en las mañanas y saludarte con un beso?

—No, no es eso...

—Entonces qué es.

No respondí otra vez.

—¿Debería irme? —señaló la puerta haciendo un puño con su mano derecha mientras su pulgar apuntaba directo a la salida y su mirada de duda fingida se clavaba en mis ojos.

—No —negué sonriendo levemente— solo no lo esperaba. Ven, siéntate aquí —pedí dando un par de palmadas en mi regazo—  quiero tenerte cerca. ¿Me lo concedes?

Ella sonrió y de inmediato se sentó en mis piernas, momento que aproveché para pasar mis brazos por su cintura y besar suavemente uno de sus hombros. Tembló ante mi acción.

—Jeon, me haces cosquillas —soltó una risita y un leve suspiro—. Creo que la próxima no vendré.

—¿Por qué no? —volví a besar sus hombros— ¿Por las cosquillas?.

—No...

—¿Entonces? —me detuve— ¿Por qué no vendrías otra vez?

—Porque a primera impresión parece que no estás feliz de verme, o me equivoco.

—No fue eso amor —la abracé más fuerte y recosté mi cabeza en su espalda— es solo que me tomaste por sorpresa, nunca vienes a verme en las mañanas, nada más.

—Cierto —apretó los hombros y respiró profundo—. Ahora que lo pienso, ¿Por qué no he venido antes por aquí? Y tú —volteó a verme por unos segundos— tú tampoco vienes a verme —hizo carita de bebé enojada— al contrario, cuando vas a tus entrenamientos más temprano de lo común, me entero al despertar porque no hay rastro de ti en la casa.

—Es que no quiero interrumpir cuando estás durmiendo. ¿Debería avisar a partir de ahora?

—Sí, almenos deja una notita o algo.

—Lo haré en adelante, avisaré —sonreí— pero no digas que nunca iba a verte. Antes de que iniciaran las prácticas para el campeonato, en las tardes me la pasaba siempre en tu habitación.

—Sí pero...

—Incluso me decías que ya debería irme porque mis tareas no se harían solas.

—Ay Jeon, me refería a que no venías a verme en las mañanas.

—Ah... Qué conveniente.

—Jungkook...

—Qué.

—Nada, olvídalo.

Ella intentó levantarse de mis piernas mas no se lo permití.

—No te irás.

—Ya —intentó soltarse pero no lo consiguió—. Jeon suéltame —rió.

—No.

—No tienes remedio —negó con la cabeza—. Déjame ir, porque si no lo haces... —se hizo la pensativa— tendré que usar otras medidas.

—¿Otras medidas? Qué medidas —pregunté confundido— no tienes escapatoria.

—Voy a despertarlo.

—¿Eh?

—Ya sabes —frotó su trasero en mí para después susurrarme al oído— "despertarlo". Y si lo despierto y lo ponemos a jugar ahora, estarás cansado en el entrenamiento. No querrás eso, ¿verdad?

No pude evitar sonreír ante sus palabras, esta era de las pocas y casi inexistentes veces en las que _______ comenzaba un juego como este.

—No me importaría llegar cansado hoy. ¿Sabes por qué?

—¿Por qué?

—Porque... —apreté su cintura hacia mi abdomen haciéndola soltar un suspiro inesperado— habría valido la pena cada maldito segundo —besé se cuello.

Ella comenzó a reír.

—Entonces —se movió un poco— ¿debería seguir?

—Adelante, despiértalo, no será tan difícil.

—Comenzaré entonces, pero antes...

—Antes...

— «_______, Jungkook —oímos a mamá en el momento más "oportuno" del mundo—. Bajen a desayunar, apúrense.»

—Justo iba a decir eso —continuó risueña— lo "despertaría" pero primero tenemos que bajar a desayunar —besó mi mejilla y se levantó de mi regazo—. Vamos, no hagamos esperar a mamá, así nomás no comemos con ella —me guiñó el ojo—. Voy avanzando, ¿sí? Te apuras. Cámbiate rápido.

—Sí amor.

*¿Cómo puedes ser tan malditamente tierna y sexy al mismo tiempo? Vas a volverme un completo adicto.*

—Te amo —solté.

Ella solo me sonrió, y mientras se marchaba, lanzó un tierno beso volado el cual fingí atrapar en el aire haciéndola sonreír.
  

*Haré todo lo que esté a mi alcance para siempre verte feliz Jeon _______, esta es una promesa que me hice y que planeo cumplirme. ¿Existirá alguna forma de hacer lo imposible? Porque por ver esa sonrisa eternamente, intentaría volver posible lo imposible.*