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No me moví más.

*Jungkook, dónde estás... Ayúdame por favor*
  
 
Poco a poco el sujeto disminuyó la presión que ejercía en mis pechos, me arrancó el brasier del cuerpo lanzándolo a quien sabe donde y acomodó sus manos de tal manera que sus pulgares quedaron perfectamente alineados con mis pezones. Sus dedos se frotaban contra ellos de manera circular una y otra vez haciéndolos endurecer contra mi voluntad...

*Ya basta... Ya no más*

—De seguro eres tan putita como la otra —me susurró.
 
  
En un intento que seguramente sería fallido pensé en gritar y tratar zafarme de una maldita vez, pero antes de que pudiera intentarlo algo pequeño se estrelló en la espalda del que me estaba tocando.
Este me soltó y volteó a ver qué sucedía.
 
   
—Qué está pasando —habló el tipo.

—No sé —le respondió su compañero—. Alguien nos está lanzando... —tocó la espalda del otro en el lugar afectado— ¿Huevos?

—¿Huevos?

—Sí.

Uno, otro y otro huevo se estrelló en la ropa de esos tipos, cosa que desató la furia de ambos depravados.
 
  
—Oigan —se oyó una voz familiar— ya vi lo que están haciendo y acabo de llamar a la policía. Si se largan ahora y dejan a chica en paz, tendrán tiempo suficiente para huir y no ser detenidos. Qué esperan...

—Y quién diablos te crees tú para decirnos qué hacer —habló uno de ellos mientras se acercaban al muchacho—. Si llamaste a la policía o si nos detienen, talvez no sea hoy pero lo vas a pagar...

—Largo...

El chico se adentró un poco más al callejón pero por alguna extraña razón, aquellos sujetos comenzaron a retroceder.
A los pocos segundos ya estaban al otro lado del callejón subiendo a su camioneta para emprender su huída.

*¿Se fueron?*

No podía creerlo, esos dos malditos se habían ido con solo decirles que lo hicieran.

Mi pecho estaba casi al descubierto, me cubrí con las manos y me puse en cuclillas abrazando mis piernas.
Estaba ida y con la mirada perdida, mis ojos derramaban lágrimas mientras mi rostro no tenía expresiones... mi cuerpo sudaba y temblaba.
  
   
—Hey... —oí la voz de mi salvador— ¿Estás bien?

No respondí, estaba demasiado aterrorizada como para articular palabra alguna.

—Oye, por favor no me asustes.
¿Estás llorando?... no llores, todo ya pasó.
En dónde vives, cómo te llamas... ¿Te acompaño a tu casa?

El chico se agachó para ver mejor mi rostro y por fin pude verlo.

*¿Taehyung?*
   
  
—¿_______?... Tú eres... eres la hermana de Jungkook. ¿Cómo diablos terminaste por aquí?

Quité el trapo de mi boca e intenté responder.

—¿Taehyung? —susurré con dificultad mientras hacía contacto visual con él—. Ayúdame...

—Como no voy a ayudarte —miró a ambos lados—. Párate ya para irnos, aquí hace frío.

Con dificultad y tratando de cubrir mis pechos con lo que quedaba de mi blusa me puse de pie.
Taehyung trato de tomar mi brazo pero me resistí.

—Qué sucede —me miró.

No hizo falta decir más. Él se dio cuenta de mi problema y me prestó la polera que llevaba puesta.

—Ponte esto, te cubrirá y no tendrás frío.

Así lo hice.
 
   
Taehyung tomó mi brazo y salimos de ese que para mí será a partir de ahora un callejón maldito.
   
    
  
   
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Mientras tanto...

Mi hermano se enamoró de mí (Jungkook fanfic ©)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora