Mi hermano se enamoró de mí (Jungkook fanfic ©)

• 10 •

—¿Dormir juntos?

—Sí, bueno, solo si tú quieres.

—No lo sé... pero, ¿Y mamá?

—Hoy pasará la noche en casa de la abuela, creo que ya te lo había comentado hace un rato.

—¡Ah!, cierto, sí —sonrió tímida—. Entonces creo que... no habría problemas, hoy dormimos juntos Jeon. Cumpliré mi promesa.

—¿Sí? ¿Enserio? —pregunté con ansias.

—Sí, pero vamos a dormir.

—¿Eh?...

—Dijiste que querías que "durmiera contigo"...

*"Dormir juntos", rayos*

—Está bien, está bien... Aunque yo quería... Bueno, no importa.

—Querías qué... jugar un poco conmigo o qué —me miró de reojo—.

—¿Jugar?

—Debo tomar una ducha y tengo pereza para ir al baño de mi habitación... ¿Me prestas el tuyo?

—Mi qué, mi... ¿mi baño?

—Pues sí... Tu baño, o...

Ella se acercó a mí lentamente, tenía las manos entrelazadas por detrás y su mirada era la más juguetona que yo alguna vez hubiera visto en ella...

—O prefieres que... —susurró cerca de mis labios— vaya al mío.

Tragué saliva.

Lo que acababa de decir y el cómo lo había dicho me pusieron los pelos de punta. Su voz sonó tan seductora, tierna y provocadora a la vez, que en ese momento solo desee tomarla entre mis brazos y hacerla completamente mía pero a pesar de mis nacientes deseos por tomar lo que me pertenece me contuve...

—Claro, úsalo... Úsalo el tiempo que creas conveniente.

—¿De verdad? —preguntó ella con los ojos más tiernos, brillantes y puros que podrían existir sobre la faz de esta tierra—. Gracias Jeon.

—No tienes nada que agradecer.
 
 
No dijo más. Ella abrió mi guardarropa y comenzó a sacar algunas cosas, yo solo observaba lo que hacía.
Sacó una toalla, luego otra, y por último sacó una de mis poleras.

—Listo, creo que con esto ya estoy lista para ducharme.
  
_______ me sonrió y se metió al baño.

*Juro que si ella me vuelve a hacer algo como esto, en verdad no sé cómo voy a reaccionar*
 
  
  
  
-----------------
  
  
  
   
  
_______ se había metido al baño de mi habitación hace tan solo unos cuatro minutos exactamente calculados con mi celular y la curiosidad por verla comenzaba a surgir con solidez.

—Jeon —la oí llamarme de repente—, ¿no tienes jabón?

Tragué saliva...

—¿Jabón? —refuté tratando de colocar firme el tono de mi voz— ¿No está ahí?

—No, no hay... Este, ¿Puedes hacerme el favor de traer los jabones del baño de mi habitación?

—Esta bien, ahora voy.

—También traes el shampoo...

—Okey, voy...

De inmediato me puse de pie para traer lo que _______ me había pedido.