Mi hermano se enamoró de mí (Jungkook fanfic ©)

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Minutos después, en el comedor de la casa de los Jeon...
 
 
 
 
Por Jungkook:
 
 
 
 

Tardé en cambiarme menos tiempo de lo que me comúnmente me tomaba. No pasaron más de cinco minutos y _______ y yo ya estábamos sentados frente a frente en la sala comedor esperando por nuestros desayunos.

Comer con mamá, o como en otros lugares le llaman, "comer en familia", era algo que no era muy frecuente en nuestra casa. Se sentía extraño, sin embargo, el comer acompañado de mamá era algo que me gustaría se repitiera cada mañana, cada tarde y cada noche, y estoy seguro de que _______ también querría lo mismo, pero tampoco estamos ansiosos por cambiarlo... o por lo menos yo no lo estoy.

El que mamá no esté cerca a diario tiene sus pros y sus contras. Muchas veces la extrañamos o nos preocupamos por ella, pero gracias a que no está, mi sirenita y yo tenemos un poco más de libertad para estar juntos, cosa que no sería posible si mamá estuviera 24/7 en casa. Prácticamente la casa es nuestro lugar, el único en donde podemos ser una pareja sin ocultarnos de nadie... Solo aquí podemos ser un hombre y una mujer.
 

—Aquí están sus desayunos mis niños —oímos decir a mamá mientras traía una jarra repleta de jugo de mango y una bandeja con panes de molde untadas con alguna crema—. Hoy desayunarán con su madre —nos sonrió y se sentó con nosotros.

—Sí mamá —intervino _______ con una leve sonrisa— pero Jungkook y yo ya no somos niños, somos adoles...

—Pues para mí siempre serán mis niños —la interrumpió— y lo seguirán siendo incluso cuando ambos ya sean un par de ancianos y yo esté bajo una lápida.

—Ay mamá —negó con la cabeza— no digas esas cosas... Cómo que debajo de una lápida...

—Así es hija, nada es eterno, por ejemplo las personas, el amor, el dinero, las mentiras, la vida... podría dar más ejemplos.

*Las mentiras...*

—Sí bueno, por qué no mejor tomamos desayuno de una vez —interrumpí la conversación que por experiencia, prometía convertirse en un tremendo sermón de vida que de seguro, acabaría por masacrarme la conciencia —hoy será un largo día— acoté, tomé un pan de la bandeja y le dí un gran mordisco—. Es pan con mermelada, delicioso... ¿Servimos el jugo?

Mamá me miró extrañada pero rápidamente sonrió.

—Claro hijo, sirvamos.

*Mermelada... Por qué justo tenía que ser mermelada*

—Iré por los vasos —agregó _______ con una sonrisa rectangular, evidenciando ante mis ojos que también estuvo incómoda y nerviosa con lo sucedido— no los trajimos, vengo...

—Con cuidado —agregó mamá.
 

*Uff... Estuvo cerca... como siempre...*
 

Mientras _______ iba por los vasos a la cocina, mamá llamó mi nombre en un susurro, acción que me sorprendió porque no era común en ella.
 

—Jungkook....

Volteé a verla.

—Dime mamá, qué sucede.

—Quiero hablar contigo. Ya se lo comenté a tu hermana hoy en la mañana...

—Qué cosa, ella no me dijo nada.

—Se lo dije temprano, de seguro no tuvo ni tiempo para comentártelo.

*Pero ella fue a verme hace casi nada...*

—El lunes después de la escuela iremos a visitar a tu abuela.

—¿El lunes? —me sorprendí—. Pero en las tardes tengo entrenamiento con el equipo de básquet hasta muy tarde, estamos prácticamente a nada de la primera fecha del campeonato interescolar.