Mi hermano se enamoró de mí (Jungkook fanfic ©)

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—Tú sí que estás loca _______, pero dime, cómo le harás con Taehyung.

—A qué te refieres —pregunté.

—Es que no creo que a él le guste el tener que soportar que todo el mundo crea algo que no es.

—¿Y?

—Cómo que "¿Y?". Todo el tiempo lo relacionarían contigo y no debe ser "lindo" sentirse así.

—No se enojará, no lo creo... al contrario, estoy segura de que le agradará la idea.

—Y por qué tan segura.

—Verás amiga, no sé si sabrás pero... él y Jungkook no se soportan y... así como van las cosas... —suspiré— Taehyung se va a divertir viéndolo enojarse tanto como yo planeo hacerlo... incluso más.
 
  
*Divertirme... Es mi obligación... ¡Tengo que divertirme al hacer esto! ¡Tengo qué!*
 
  
—Si tú lo dices...

—Confía en mí —le guiñé el ojo.

—La cosa aquí es que quieres hacer enfadar a Jungkook si o sí...

—Exactamente... y planeo que esto sea exitoso —me jacté— sino no habrá valido la pena.

—Sí lograrás tu cometido amiga. Tú eres la mejor.

—Lo aprendí de ti —echamos a reír

  
Lisa y yo seguimos conversando de una y otra cosa. Perdimos algo de comer y seguimos con nuestra interminable charla, trivialidades como siempre.
 
  
—_______ —oí una voz conocida, el cuerpo se estremeció—. ¿Tienes algo de tiempo ahora?

No contesté, con solo oír su voz mi cabeza se agachó sin poder evitarlo.

*¿Por qué diablos estoy bajando la cabeza? ¡Qué mierda me pasa! ¿Debo seguir humillándome solo porque su adorado Jungkook no la quiere y porque a quien ama es a mí?... Ya no seguiré haciéndolo, ya fue suficiente... Es más, él ni siquiera me quiere, no nos quiere a ninguna de las dos*
 
 
—Soojin, qué milagro —le habló Lisa—. Qué te trae por aquí...

—Vengo a hablar con _______ y es de algo sumamente importante.

—Ah... ya veo.

—Hoy pensaba pasar por tu casa en la tarde, iré... pero bueno, ¿Podrías dejarnos solas?... será solo unos minutos.

—Claro, yo...

—No tienes que irte —acoté antes de que Lisa se levantara—. Si Soojin quiere decirme algo que lo diga aquí de una vez.

Soojin abrió los ojos como platos...

—¿Eh?

—Tenías algo que decirme, ¿no? Habla de una vez. No vaya a ser que de repente se te meta el demonio y quieras golpearme hasta dejarme la cara verde otra vez.
 
  
*Si en algo le haré caso al idiota de Jungkook es en eso, no voy a dejar que Soojin me humille ni que vuelva a golpearme nunca más, ya llegué a mi límite... No quiero que nadie me vuelva a tomar el pelo*
 
  
—Oh por Dios... —negó con las manos en la cara—. _______, no voy a golpearte. Además,  sabes bien que no podemos hablar de esto delante de otras personas.

*Como si te importara*
 
 
—Ya no me importa nada Soojin... Si quieres que todo el mundo se entere de todo, entonces habla de una maldita vez. Estamos, en la cafetería... ¡Aprovéchalo! —alcé la voz— ¡Es el lugar perfecto para que todo el mundo te escuche!

—_______ basta... —susurró apretando los dientes—. No llames la atención por favor.

—Yo... yo creo que mejor me voy chicas...