Mi hermano se enamoró de mí (Jungkook fanfic ©)

• 56 •

Horas después...

En la noche, después de la cena, habitación de Jungkook.
 
  
   
  
   
Por Jungkook:
 
   
   
   
  
  
Hoy fue el peor día de mi vida.

Durante en entrenamiento que tuvimos después de las clases, no he podido concentarme ni por un segundo. Todo va de mal en peor.
Las disculpas de Soojin valieron mierda, lo mío con _______ valió mierda... ¡Mi vida literalmente es una mierda!

Y si ya tenía suficiente con mi vida de porquería, ahora mañana tenemos la dichosa "prueba doping", prueba que de ser verdaderamente un nuevo requisito solicitando por los organizadores del campeonato, sería una maldita desgracia.

El solo pensar que Yoongi, uno de los integrantes más fuertes del equipo está en riesgo de dar positivo, que lo pueden sacar del equipo por un largo periodo de tiempo, que la reputación del equipo podría quedar destruida por los rumores que se generarían  gracias al dichoso resultado y otras cosas más, van a terminar con lo poquito de cordura que me queda.

También lo de Cora... ¿Por qué mi hermana tiene una doble? ¡Qué está pasando!
Es que es imposible que ella no sea hermana gemela de _______, mamá tiene que saber algo al respecto.

*¿Y si en algún momento se perdió y nadie lo sabe?... Perturbador*

Hoy podría empezar por... intentar descubrir lo de Cora con mamá. Iré a preguntar.
Ella... ¡Podría ser su hija!... y también... podría... podría ser mi hermana.
 
  
—¡AH! ¡Maldición! —me dejé caer en la cama boca abajo— ¡Vida de porquería!

—Jungkook —oí a mamá cerca de mí— ¿Estás bien hijo?

Me levanté de inmediato, fue sorpresivo.

—Mamá, hace cuánto estás aquí... Me asustaste.

—Dejaste la puerta abierta —sonrió—. Acabo de entrar pero por lo que veo, hoy tu día no estuvo tan bien que digamos. ¿Se lo contarás a tu madre?

—No quieres saber mamá.

—Claro que sí cariño. Tu madre siempre quiere escuchar todo lo que le tengas que decir.

Mamá se acercó hasta donde estaba y se sentó al borde de mi cama, yo también me senté a su lado.

—Aveces me preguntó... ¿Por qué y de dónde mi hijo salió tan guapo? —acarició mi rostro.

—Ay... Mamá...

—Hablo enserio cariño. Eres un jovencito apuesto y bien parecido, estudioso, deportista... Tienes todas las características por las cuales una madre podría estar orgullosa y satisfecha. Eres mi hijo, te crié bien creo —me abrazó.

Ella está tan orgullosa de mí, pero si supiera que en realidad... soy todo lo contrario, soy el ser más inmundo de la tierra.

—No soy tan perfecto mamá...

—Lo sé. Nadie lo es y menos yo. No soy la mejor madre tampoco.

—Claro que sí lo eres... Siempre te preocupas por _______ y por mí, también trabajas muy duro por nosotros...

—Pero no estoy mucho tiempo con ustedes —interrumpió—.  Aveces lo mucho que se pueda hacer por los que amamos no es suficiente. Quisiera estar más tiempo en casa pero no puedo aunque quiera. Ser madre soltera no es fácil.

—Mamá, ahora lo mencionas... ¿Qué pasó con mi papá? ¿Por qué no te volviste a casar?

—Ay hijo —posicionó una de sus manos en la frente, creo que la avergoncé—. Sabía que en algún momento tú o _______ me preguntarían algo así. ¿En verdad quieres saber?