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Mientras tanto...

En la cafetería de la escuela...
  
  
   
 
   
Por _______:
 
 
  
  
  
  
*¿Qué se supone que haga?*

Mi corazón dolía como si no hubiera mañana...

Jungkook podría estar poniéndome el cuerno pero nadie me lo dirá porque ante los ojos de los demás tan solo soy su maldita hermana menor.

Yo confío en él pero esto... esto es el límite de cualquier cosa que le podría haber soportado.
Mentirme tan descaradamente y decir que pasará la noche en una reunión de chicos que jamás sucedió para luego irse a quién sabe dónde y con quién sabe quién a hacer quién sabe qué cosas, es algo que no le podría perdonar si no tiene una razón lo suficiente razonable como para justificar lo que hizo...

¿En verdad habrá alguien más? ¿Daniel tendrá razón? ¿Acaso Jeon ya se consiguió a otra?
Pero si se consiguió a otra, ¿Por qué diablos dice que me ama? ¡¿Por qué demonios se acostó conmigo hace unos días y me hizo el amor de esa forma?!
O es que solo... ¿Solo me quiere para tener sexo y satisfacer sus necesidades?
  
  
Muchas ideas rondaban por mi cabeza, la angustia me inundaba, mi cuerpo comenzó a sudar. La sensación era muy similar a la que sentí la vez en que esos tipos casi me secuestran.

*Quiero mi pastel de fresa... Quiero ahora*
  
  
Me levanté del asiento en el que estaba para comprar el pastel que por alguna razón desconocida había querido comer desde hace semanas y que, a pesar de ya haberlo probado, aún no quedaba saciada.

Sin previo aviso, alguien sujetó mi muñeca y comenzó a arrastrarme hasta algún lugar de la escuela...
 
   
—Oye, ¡Suéltame! —grité mientras me arrastraba—. ¡Déjame maldito idiota!

No contestó.

Por la forma del cuerpo de esta persona, se podría decir que era un chico. Llevaba puesto el buzo de la escuela y una polera negra con capucha.

—¡Quién eres! —insistí otra vez—. Ya suéltame.

De repente ya estábamos en la entrada del salón abandonado. De un empujón me hizo entrar allí, entró y cerró la puerta con seguro.

*¿Qué es esto?*
 
   
—Oye imbécil —le grité—. Quién diablos eres y por qué me trajiste hasta acá.

El chico que aún me daba la espalda giró su cuerpo hacia mí y se quitó tanto los lentes oscuros como el cubrebocas que llevaba. No había notado que los tenía puestos.

*¿Taehyung?*
 
  
—Tenemos que arreglar esto, no quiero problemas con tu hermano.

—¿Problemas con Jungkook? —tragué saliva—. Mira, si me has traído hasta aquí para decirme que vaya con la policía por lo que pasó con los tipos esos, ya te dije que no lo haré... ¡Ya no me atormentes!

—No quita que deberías hacerlo, no sé cómo puedes pensar que la gente te tildaría de "puta" solo por denunciar un abuso hacia tu persona, en fin...
No te he traído hasta aquí para hablar de eso. Tenemos que esclarecer el malentendido de las fotos y del mural que está pegado en la escuela, ya sabes de lo que hablo.

—¿Mural? ¿Fotos?... No entiendo nada.

—¿No has visto el alboroto que se armó por ese mural de papel que pusieron?

—¿Mural de papel? De qué mural estás hablando.

—Pegaron un mural en el pasillo central. Está repleto de fotos de nosotros dos y no son fotos tan amigables que digamos. Todas las sacaron de contexto.
Dicen que tú y yo nos acostamos en un hotel y que esas fotos captaron el momento en el que yo te acompañaba a casa.

—¿Eh? Es lo más estúpido que he oído. Tú y yo nunca hemos... —detuve mis palabras...
 
  
En ese momento vinieron a mí los recuerdos del momento en que Taehyung me había ayudado a huir de ese par de depravados y me había acompañado a casa.

—Las fotos son del día en que te ayudé —soltó—. Ahí salgo con la misma ropa que llevaba esa noche.

—Maldición...

—Mira, no quiero problemas con tu hermano. No es que quiera llevarme bien con él pero almenos quiero llevar la fiesta en paz. No le caigo bien, él no me agrada y estoy seguro de que no le agradará para nada la idea de que yo me ande "ligando" a su hermana menor.

*Lo que me faltaba*

—¿Todos ya vieron esas fotos? —pregunté mientras traía el rostro decaído.

—Lo más probable es que sí.
  
   
El estómago comenzó a doler, y si ya me dolía la cabeza, el dolor se tornó aún más fuerte en esa zona... Casi pierdo el equilibrio por un repentino mareo que sentí.
  
  
*¿Por qué todo me pasa a mí? ¿Acaso estoy destinada a vivir una vida tan desgraciada? ¿Es este el precio por haber elegido vivir en un incesto que día con día se vuelve más insostenible y que al parecer nunca valió la pena?*
 
  
—Taehyung —susurré agitada—. Agárrame por favor, todo da vueltas a mi alrededor.

—¿Qué?

—Ayúdame...

—¿Tienes mareos?

—Tengo náuseas...

—¿Eh? Que si se te ocurra vomitar por favor...

—No me siento bien...

—Ven, vamos para que te sientes en una de las sillas de al fondo...

Asentí.

Con ayuda de Taehyung y con sumo cuidado avanzamos hasta las sillas de al fondo y me acomodé allí.

—Tengo frío...

—Ay no...
 
  
Taehyung parecía estar preocupado. Él colocó una de sus manos en mi frente y asustado la retiró de inmediato.

—Estas ardiendo en fiebre _______, no puedes quedarte aquí, debes ir a casa o a un hospital. No estás bien, además estás sudando.

No podía dejar de sentir frío aunque quisiera...

—Voy a prestarte mi polera... —se la quitó—. Póntela, esto almenos aminorará un poco el frío que sientes.

Obedecí.

Sin pensarlo dos veces, tomé la polera de Taehyung y me la puse. Mi cuerpo sintió un pequeño alivio, sin embargo el frío seguía inundando mi ser.

—Gracias —susurré—. Gracias por ayudarme Tae... Taehyung...

—No es nada _______.

Él se arrodilló al lado de la silla en la que estaba sentada y acomodó mis cabellos detrás de mis orejas con delicadeza.
  
  
—Cómo terminaste así _______, recuerdas qué comiste ayer... Qué crees que pudo dejarte así, trata de recordar.

—No sé —contesté en un susurro inexistente.

—No estás nada bien, necesitas ayuda.
Mira, ahorita ya no me interesa si tu hermano me golpea o no, voy a buscarlo para decirle lo que te pasa, ¿sí?
Tú espérame aquí que en unos minutos lo traigo.

*¿Jungkook?*

—¡No! —grité con lo último de fuerza que me quedaba—. No le digas nada... No quiero saber nada de él... no quiero verlo.

—¿Por qué?

—No preguntes... No quieres saber. Solo quédate conmigo unos minutos más —pedí mientras una que otra lágrima se deslizaba por mis mejillas—. No me dejes sola Taehyung... No me dejes...

Mi hermano se enamoró de mí (Jungkook fanfic ©)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora