Mi hermano se enamoró de mí (Jungkook fanfic ©)

• 03 •

Un mes después de aquella noche:

En casa, habitación de T/n, domingo, hora de la cena...
 
 
 
 
Por _______:
 
 
 
 
 

—¡_______! ¡Jungkook!... —oí a mamá—. Vengan a cenar, les preparé algo rico...

*Pero si apenas fue el desayuno*

—¡Voy mamá! ¡ya vamos! —grité desde mi habitación—. Espera un momento...
 

Bajé la mirada hacia mis piernas, ahí estaba Jeon recostado. No pudo dormir en toda la noche por estar ocupado con los estudios.
Él dijo que mañana tenía un examen muy importante y que si no lo aprueba, le podría costar una nota desaprobatoria al final del semestre.

—¿Ya es hora de la cena? —preguntó somnoliento— ¿Qué comeremos?

Llevé mis manos a su rostro y lo acaricié lentamente. Parecía un pequeño bebé.

—Mamá no me dijo, solo dijo que bajemos rápido.

—Tengo sueño.

—Debes comer, ni siquiera tomaste desayuno en la mañana, no quiero que te enfermes.

—Está bien, iré a cenar pero con una condición.

—¿Eh? ¿Condición?

—Sí... —suspiró—. Quiero que hoy duermas conmigo.

Empalidecí...

—¡¿Qué?! Jeon, yo... Mamá...

—Olvídalo —sonrió triste—. Tienes razón, mamá anda rondando por aquí en las noches. Ojalá se fuera a visitar a la abuela por una semana como la otra vez.

Sus palabras hicieron que sonriera de ternura. Jeon puede llegar a ser muy tierno cuando hace sus pequeños berrinches.
 

Desde esa noche en la que nos acostamos, Jeon me a tratado muy bien, se comporta muy lindo conmigo y trata de complacerme en todo lo que puede. Ya no es el mismo odioso y "celoso" de siempre, ha cambiado mucho en ese aspecto.
Él y yo somos novios pero nadie lo sabe y... eso en algunas ocasiones puede llegar a ser molesto y doloroso. No podemos tomarnos de las manos en la escuela como las otras parejas, no podemos andar juntos, no podemos besarnos, no podemos hacer nada mas que acompañarnos al momento de regresar a casa. A veces yo lo espero o él me espera. Todo depende de quién salga primero, es con lo que debo conformarme.

Hasta ahora no hemos tenido una cita como es debido por miedo a que alguien nos descubra, esto se vuelve cada vez más y más difícil... Duele mucho.

No es sorpresa para nadie el que mi hermano sea guapo, amo eso y la vez lo detesto.
Algunas chicas se pegan a él como un chicle, no les importa siquiera el que yo esté a su lado... Y claro, cómo les va a importar si soy solo "su hermana menor".

Cuando algunas chicas se acercan a él de manera provocativa podría jurar que me dan ganas de agarrarlas a cachetadas o de llorar pero no lo hago, no podría. No quiero que Jungkook se sienta más miserable de lo que ya se siente por estar conmigo. Él no me lo ha dicho pero sé que es así, lo veo en su rostro.

—Prometo que cuando estemos solos dormiré contigo, ¿sí?

—¿Enserio? ¿De verdad? —abrió los ojos esperanzado.

—Sí —sonreí—. Mamá nos está llamando para cenar, debemos ir.

—Tengo pereza, pero en fin.

De repente ví como Jeon cerraba los ojos y ponía la yema de su dedo índice en sus labios dándome a entender que quería un beso mío.

Sonreí, acerqué mis labios a los suyos y dejé en pequeño beso en ellos.

—Vamos...
  
  
   
  
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Minutos después en el comedor...
 
 
 
 
 
 
Mientras cenábamos, mamá hablaba de quién sabe qué cosa. Jeon y yo ni siquiera le prestábamos por estar jugando a tocarnos con nuestros pies. Ambos sonreíamos como niños pequeños haciendo travesuras.

—Ustedes últimamente andan muy unidos —echó a reír—. Qué se traerán.

Casi me asfixio con la comida.

Las palabras de mamá me cayeron como un balde de agua fría. Sentí como se me hacía la piel de gallina.

—Es que así debe ser —dijo Kook mientras llevaba alimento a su boca de forma acelerada—. La cena te quedó deliciosa mamá, ¿qué le pusiste? ¿condimentos?

El alma me regresó al cuerpo. De un momento a otro el hambre se me quitó. No tenía ganas de nada, solo quería dormir.
 

—Mamá —dije mientras miraba el plato de comida un tanto asqueada— me siento mal... Ya no tengo hambre.

Mamá dejó de comer para mirarme a los ojos. Eso me puso más nerviosa.

—Pero por qué cariño, si hace un momento estabas comiendo muy tranquila.

—No lo sé, solo ya no quiero comer. La comida estuvo deliciosa pero... —un nudo se formó en mi garganta— tengo sueño —completé la frase como pude.

—Ay cielo, entonces ve a descansar, no quiero que te me enfermes. En un rato te llevaré un té, ¿sí?

Asentí.

—Ya terminé de comer —oí a Kook—. La comida estuvo deliciosa.

—Comiste muy rápido cariño, cuidado te vaya a dar una indigestión.

—No mamá, estoy bien. Solo tenía un hambre brutal, no comí desde ayer por estar estudiando —sonrió forzado—. Iré con _______, la voy a acompañar por un momento.

—Ve hijo.

*Gracias Jeon*
  
  
  
  
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Llegué a mi habitación y me paré justo frente al espejo. Me miré y me sentí miserable.

*¿Por qué me tiene que suceder esto a mí? ¿Por qué habiendo tantos hombres en el mundo, justo tuve que enamorarme del que es mi hermano?*

De repente unos brazos que conocía casi a la perfección rodearon mi cintura y unos labios posaron un beso en mi cuello.
 

—Perdóname _______, no quisiera que pasemos por esto pero... —suspiró— desde que decidiste ser mía... no puedo dejarte ir.

Me giré para verlo a la cara. En cuanto lo hice, lo abracé con todas mis fuerzas y rompí en llanto.

—Por qué a nosotros Jeon... ¿Por qué?

—Tranquila, tranquila —repetía él mientras acariciaba mi cabeza—. No llores, por favor.

Ese "no llores" hizo que llorara aún más.

*¿Por qué existe el "no llores" si cada vez que te lo dicen te hace llorar aún más?*
 

Después de unos minutos nos separamos. Cuando lo miré a los ojos, noté que estos estaban muy llorosos.

—Jeon —susurré.

—¿Qué pasó?... Dime.

No sabía si era el momento más oportuno para pedirle esto pero ya no me importaba. En verdad lo necesitaba.

—Bésame... Por favor.

Él me miró sorprendido, tal vez haya sido porque nunca se lo he pedido o tal vez porque nunca nos hemos besado cuando mamá está rondando tan cerca.

Jeon retrocedió unos cuantos pasos y sentó al borde de la cama, me miró a los ojos y abrió los brazos...

—Ven...

Me acerqué a él y me senté a su lado.