Mi hermano se enamoró de mí (Jungkook fanfic ©)

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Días después...

A la hora del segundo receso en la cafetería.
  
  
   
  

Por _______:
 
 
 
  
 

Lo de anoche fue de lo mejor, extrañaba mucho a Jeon.

Ayer después de su entrenamiento con el equipo de básquet y de mis prácticas con el ahora equipo de "animación", Jungkook y yo estuvimos viendo unas cuantas películas animadas. Desde hace mucho que no hacíamos algo parecido y fue muy memorable. Luego fuimos a cenar y al terminar cada quién se fue a hacer sus deberes, las tareas de la escuela no se harían solas.

Regresando un poco en el tiempo, creo que nunca más volveré a ver la mermelada de la misma forma, siempre recordaré lo que sucedió aquella noche.

Esa noche las cosas en la habitación de Jungkook iban a descontrolarse y si no era yo quien lo detenía, no sé cuál hubiera sido el desenlace. Él no parecía tener la intención de parar, así que antes de que yo tampoco pudiera hacerlo, terminé el juego con una excusa algo tonta: "Duele y necesito ir al baño", ¿Quién se cree eso? Solo los hombres... supongo.

"Hacerlo" mientras  mamá y sus amigas estaban en la sala era algo muy riesgoso, y el que casi nos descubrieran era una agonía por la cual no quisiera volver a pasar. Tuve suficiente con lo que pasó en el baño la otra vez, ese día sí que estuvo cerca.
 

En el receso de ayer, Soojin, Lisa y yo nos la pasamos juntas. No sé si solo haya sido mi percepción pero notaba a Soojin distante e incómoda, asumo que sería porque a su lado estaba yo, la hermana y a la vez novia del chico que le gusta y Lisa, la chica a la que se acercó solo para tenerla vigilada y que el día de mañana, o sea hoy, tendría que enfrentar con una disculpa según su propia promesa, aunque dudo que lo haga, tal vez lo postergue por un buen tiempo. Ahora que lo pienso, cada cosa suena más repugnante que la otra.

Soojin también faltó al entrenamiento con el grupo de animación y ni siquiera me avisó para decirle algo a la maestra, no tuvo la confianza para decírmelo. Creo que nuestra amistad está muy dañada y las cosas no podrán ser como antes a pesar de que lo intentemos.
 

—_______ —oí a Soojin mientras tomaba asiento al lado mío— tengo miedo, es hoy, es ahora.

—¿Te refieres a la disculpa?

—Sí —me abrazó— estoy nerviosa.

—No creí que fueras enserio con eso, ¿Estás segura de que lo harás?

—Solo espero que me perdone, o almenos que no me odie.

—Lisa es una buena chica, ya te lo dije, tal vez se ponga triste o se enoje por unos días pero no va a odiarte, tarde o temprano volverán a ser amigas, no dudes de ello. Incluso puede que ni siquiera se enoje y todo quede como si jamás hubiera sucedido.

—Igual tengo miedo.

—Tranquila, y cierto... ¿Dónde está Lisa?

—Cuando veníamos para acá, la maestra le pidió que sacara unas copias, seguro llega en unos minutos... y mientras más se demore, mejor.

—Ay, te pasas —sonreí levemente—. Y, ¿Ya sabes cómo empezarás las disculpas?

—No lo sé. Pensaba llevarla al salón vacío y hablar allá.

—Almenos pensaste en algo.

—Tú vas a acompañarme, quiero que estés presente.

—¿Eh? —me sorprendí— Ese asunto es entre ustedes, yo salgo sobrando.