Mi hermano se enamoró de mí (Jungkook fanfic ©)

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Kook tomó mi rostro con ambas manos, acercó sus labios a los míos y los unió en un dulce y a la vez terrible beso.
Sus labios se movían lenta y suavemente en los míos. Era como tener algodón entre ellos por lo suaves que se sentían.
Esos labios definitivamente me llevaban hasta otra dimensión, son mágicos... Son los labios que amo, son los labios de Jeon.

—Chicos —oímos la voz de mamá detrás de la puerta— abran por favor. Traje el té.

Ambos nos separamos de inmediato quedándonos con ganas de más, Kook se puso de pie...

—Oye —lo llamé—. ¿Le pusiste seguro a la puerta?

—¿Eh? —abrió los ojos como platos—. No... Diablos...

—¿Y si mamá entraba?... —mi corazón se aceleró.

—Tranquila —pronunció sereno—. No pasó eso. Iré a abrir la puerta, acuéstate...

Mientras yo me acostaba, Jeon fué hacia la puerta y la abrió...

—Pasa mamá...

Cuando ví a mamá, ella traía una bandeja, unas cucharitas, el pomo de azúcar y su juego de té.

Ahora entiendo por qué no abrió la puerta ella misma. No habría forma de hacerlo a menos que dejara las cosas en el suelo por un momento.

—Cariño, aquí te traje el té. Tomen ustedes, yo iré a coordinar sobre las ventas de los perfumes. Recibí muchos pedidos. Ya regreso...

Ambos asentimos. A los pocos segundos y sin decir más, mamá se fue.

Mi corazón volvió a la calma...

*¿Cómo Jeon pudo ser tan descuidado como para dejar la puerta sin seguro?*

Jungkook se sentó a mi lado y se echó en mis piernas...

—Son cómodas —susurró mientras se acomodaba.

No puedo enojarme con él.

—¿No deberías estar estudiando?... Ya descansaste mucho. Mañana es tu examen —sonreí con desgano.

—Solo un ratito más...

—Nada de "un ratito más", vaya a estudiar Jeon Jung Kook. Debes aprobar ese examen...

—Ay pero qué gruñona —se quejó—. Está bien. Seguiré repasando.

Él se levantó de mis piernas y se despidió dejando un tierno beso en mi frente.

—Adiós _______ —sonrió mientras salía—. Descansa bien...
 
 
    
   
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Al día siguiente...
En la escuela, hora del almuerzo...
 
 
 
 
 
La clase de hoy fue muy intensa, definitivamente la filosofía no es lo mío.

Seguí caminando sin rumbo para encontrar a Soojin, mi mejor amiga. Dicen que su  profesora la mandó por algunas copias y no regresó al aula. Seguro anda por ahí.

Hace un mes, ella hizo una fiesta en su casa y gracias a ello, ese día en la noche Jeon y yo por fin liberamos nuestros sentimientos, de una manera muy rara e intensa pero lo hicimos.

Cuando llegué a la cafetería, vi a lo lejos a una chica jugueteando con el cabello de un chico. A pesar de no estar tan cerca, era incómodo de ver. Este se alejaba de ella pero a la muchacha no parecía importarle su incomodidad.

Los estuve observando por algunos segundos hasta que por fin pude notar algo que me hubiese gustado no notar jamás.
Al que se le estaban insinuando era a Jungkook.

Al ver esa escena y al saber que era a Kook a quien le estaban coqueteando mi corazón se estrujó, sentí cólera, rabia y tristeza. Me sentí destrozada.

De repente sus ojos y mis ojos hicieron contacto visual, no pude mantenerlo por mucho tiempo y sin poder evitarlo salí corriendo quién sabe a dónde...

Corrí y corrí hasta llegar a un salón vacío, abrí la puerta y me encerré ahí. No quería saber nada de nadie. Me escondí detrás de la última carpeta mientras las lágrimas salían de mis ojos sin poderlas controlar...

*Duele mucho, no creo poder soportar esto por más tiempo*

En ese instante, oí cómo alguien abría la puerta y la cerraba.

—_______, por favor, sé que estás aquí. Lo que viste... puedo explicarlo.

Solo el oír la voz de Jungkook hizo que comenzara a sollozar, el pecho se me comprimía, me faltaba el aire...

—¿Dónde estás? Sé que entraste a este salón, no te ocultes más... Te explicaré todo.

A medida que se adentraba en el salón, más cerca estaba de mí.

Levanté la cabeza y él ya me miraba desde arriba. Jeon se puso de cuclillas y tomó mi mentón haciendo que lo mire a los ojos. Se veía triste y ansioso...

—Lo que viste no es lo que parece, ella se acercó a mí, siempre anda de caliente conmigo, yo no fui el que...

—Ya lo sé, lo ví todo. Sé que no fue tu culpa... Es solo que... —tragué saliva— ya no puedo con esto.

—¿Eh?... A qué te refieres, no estarás pensando en...

—Odio que se acerquen a ti —interrumpí—. Odio que no podamos salir en una cita, odio que nadie sepa de lo nuestro, odio no poder besarnos o tomarnos de las manos en público... Odio ser tu hermana.

A medida que decía todas estas cosas mi corazón se destrozaba cada vez más....

—Daría cualquier cosa por no serlo, así podría estar contigo... Así podríamos ser felices. No creo poder seguir así, siento que podría morir de la tristeza.

Sin decir absolutamente nada, Jungkook me abrazó y besó mi mejilla...

—Si no fueras mi hermana no estarías aquí —sonrió sollozando.

Él acercó su rostro al mío y unió nuestros labios. No podía negarme, amo sus besos.

—Te amo _______. Eres lo mejor que me pudo haber pasado. No te cambiaría por nada en este mundo. Me haces tan feliz...

Él se puso de pie y me hizo sentar en una de las mesas, rodee su torso con mis piernas y su cuello con mis brazos.
Otra vez acercamos nuestros labios para unirlos en un beso.

Poco a poco sus besos formaron un camino desde mis labios hasta perderse en mi cuello...

—Jeon...

—Tu aroma me vuelve loco...

Su respiración me causaba escalofríos, el cuerpo se me estremecía...

—_______ —oí una voz extraña—. Me dijeron que viniste corriendo y...

Sentí como si mi corazón se hubiese detenido...

Jeon parecía no haber oído nada...

—Kook —lo llamé mientras trataba de separarlo de mí—. Ya para... Alguien entró.

—Es tu imaginación... —respondió sin detenerse.

Al parecer él estaba totalmente perdido en mí.

—¡Jungkook! —grité.

Al oír mi grito por fin se separó, levantó la cabeza y se espantó...

—¿Soojin? —tragó saliva...

—Oigan... Ustedes... ¿Qué es esto?