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Quise responder pero algo en mi garganta me lo impidió. Simplemente abrí más la puerta, le hice una señal para que pasara y así lo hizo.

—¡Qué sorpresa! —exclamó con nerviosismo mientras yo cerraba la puerta y él se acercaba a los sillones— No creí que estuvieran las dos aquí. ¿Este era el lugar al que tenías que venir con urgencia? —preguntó mirándome a los ojos.

—Sí... Soojin quería hablar conmigo, así que vine.

—¿Por qué no me dijiste? Hubiera venido contigo.

—No lo creí necesario —pronuncié con la voz casi ahogada.

—_______...

—Bueno, ya —intervino Soojin—. Vengan los dos y siéntense ahí en ese sillón —señaló—. En ese eh, apúrense.

En silencio ambos obedecimos.

El sillón en el que nos hizo sentar era para dos, así que la distancia que nos separaba no era mucha.

—Bien Jungkook, queremos darte la noticia —sonrió mi amiga.

—¿Qué noticia? ¿Qué está pasando?

—_______ y yo nos reconciliamos, somos amigas otra vez —aplaudió un par de veces.

—¿Eh? —se sorprendió— ¿En serio? —me miró.

—Sí —contesté sin voltear a verlo—. Ambas arreglamos las cosas y esclarecimos todo.

—Genial —sonrió— porque no me gustaba que estuvieran enojadas.

—Yo menos —respondió Soojin— y así como _______ y yo aclaramos todo, ustedes también van a aclarar sus problemas, aquí y ahora mismo.

—¿Ahora?

—Sí Jungkook, aquí y ahora.

Al oír el casi ultimátum de Soojin, Jeon alborotó su cabello con nerviosismo, se notaba la tensión en sus venas y en su acelerada respiración. Y qué decir de mí, estaba prácticamente congelada en el sillón mirando un pequeño adorno que colgaba al rededor del foco en el techo.

—Bueno, yo iré a mi habitación mientras ustedes conversan.

—¿Te irás? —pregunté nerviosa.

—¿Quieren que me quede?

—Yo...

—¿Saben qué?, se me ocurrió una mejor idea. Vengan conmigo.

—A dónde —preguntó Jungkook.

—Iremos a la habitación de mi mamá, los encerraré ahí y les abriré solo cuando terminen de conversar.

—¿A la de mi tía? —intervine de inmediato— Por qué no mejor a la tuya, es que...

—Mi habitación está hecha un completo chiquero, no quiero que vean mi desorden, así que no puede ser allí, será en la de mamá.

—Soojin —presionó Jeon sus labios— no necesitas hacer esto, no creo que _______ se sienta cómoda. Por favor... Entiendo tus intenciones pero...

—Jungkook, hablemos —susurré sin mirarlo—. Hablemos de un maldita vez. Lo diré todo. Diré todo lo que tengo que decir tal cual querías que lo hiciera, no me voy contener.

—_______.

—Vamos ya antes de que me arrepienta y salga huyendo de aquí.

No lo pensé más. Tomé a Jungkook de la muñeca y lo llevé directo hasta la habitación de mi tía, entramos en ella y cerré la puerta.
 

Mi hermano se enamoró de mí (Jungkook fanfic ©)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora