Mi hermano se enamoró de mí (Jungkook fanfic ©)

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En la enfermería...
Minutos después de que Jungkook saliera.
 
  
  
  
  
Por _______:
  
  
  
   
  
  
—_______ —me habló Taehyung después de varios minutos de silencio absoluto—. ¿Ya te sientes mejor? ¿El frío ya se te pasó?

—Sí —respondí inmediatamente y sonriendo forzado, no tenía ganas de absolutamente nada—. Gracias por quedarte conmigo...

—¿Quedarme? —rió—. ¿Crees que me quedo solo para acompañarte?

—¿Eh? —lo miré confundida, no entendía lo que trataba de decir—. Pero entonces por qué sigues...

—Traes puesta mi polera —señaló con la mirada—. ¿Acaso también planeas quedarte con ella como con mi saco?

*¡Su saco! Cierto...*

—Ay... Lo lamento —bajé la mirada—. Oye, espera —recordé— ¿No era una chompa lo que me prestaste?

—Sí, lo que sea, la cosa es que lo tienes tú —acarició mi cabeza.

—Si lo ves de esa forma, tienes razón —reí.
  
Intenté quitarme la polera para devolvérsela pero de inmediato me detuvo.

—No te la quites aún, podría regresarte el frío y no quiero sentirme responsable de que te vuelvas a poner mal.

—No me pondré mal otra vez —reí denuevo—. Ya me siento mejor.

—Igual no te la quites.

—Ay, está bien, entonces mejor mañana te regreso tu chompa y tu polera, ¿te parece?

—Y por qué no mejor hoy, podría acompañarte a tu casa y ahí me las das...

—¿Hoy? —tragué saliva—. No creo que sea muy oportuno. Si Jungkook te ve se va a enojar conmigo... y ni qué decir contigo. Además creí que no querías problemas con él, dijiste que no te agradaba.
Y ahora con lo las fotos en ese mural...

—Ya no me interesa la verdad, y lo del mural... que lo tome como quiera. Me da completamente igual si se enoja por verme cerca de ti o no.
Eres su hermana y no tienes que darle explicaciones por todo. No sé por qué le temes.

—¿Temerle? ¿Crees que le temo?

—No estoy seguro pero es una teoría rara que tengo.

—Jungkook es un idiota.

—Eso ya lo sé, pero hay algo que no entiendo... ¿Por qué no quisiste que lo llame cuando te pusiste mal? ¿Por qué lo echaste hace un rato? ¿Pelearon antes?

—No quiero verlo, estoy enojada con él. Es un maldito mentiroso.

—Y a ti qué te importa si mintió o no. Déjalo, tendrá sus razones. ¿También le pides explicaciones por lo que hace?

—Es que no lo entiendes —comencé a alterarme—. ¡Por qué diablos tenía que mentirme! ¡Por qué tendría que hacer algo como lo que hizo!

—Calma _______, no querrás ponerte mal otra vez.

—Pero es que lo recuerdo y me da un coraje... y luego me pongo mal.

—Mira, mejor cambiemos de tema, ¿si?

Asentí.

—Ustedes son hermanos raros.

*¿Raros?... Si supiera*

—Mañana iré a tu casa por mis cosas —agregó al instante—. No las traigas, ir será divertido.

—¿Eh? ¿En serio vendrás?