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—No hables Soojin —afirmé de inmediato—. No necesitas responder.

—Soojin —la volvió a llamar—. Responde lo que te pregunté.

—Ya no le preguntes más Yoongi. Y si fuera cierto que ella pensaba tomarse esas porquerías, no quita que tú se las estés dando. No se tomaría nada si tú no se las dieras.
Lalisa —la llamé—. Llévate a Soojin a la otra habitación... Ahora.

Lalisa tomó una de las toallas que estaban en esa cama y envolvió a Soojin para sacarla de la habitación, aún no terminaba de vestirse. Salieron rápidamente.
   
  
—Yoongi, escucha muy bien lo que te voy a decir. No te quiero cerca de Soojin. Si vas a meterte porquerías al cuerpo hazlo tú solo, no la metas en eso.

—¿Yo? —bufó—. La primera vez talvez haya sido mi culpa... está bien, lo acepto. Pero lo de hoy... lo de hoy todo fue idea de Soojin. Tu amiguita está mal. Me pidió repetir la experiencia anterior...

—¿Lo de la discoteca?

—Ah, mira tú —se sorprendió—. Parece que estás bien enterado... ¿Lalisa te lo contó?

—No interesa quién me lo haya contado o cómo lo sé pero...

—Pero sí te importa Soojin y por eso estás aquí —bostezó despreocupado—. Para evitar enredos te lo voy a contar.
La primera vez que se tomó de esas pastillas la volvieron loquita, la hicieron sentir libre y sus preocupaciones se esfumaron. Yo la noté maravilla y ella también dijo que se sentía así... "de maravilla".
Hoy en la mañana me llamó y dijo que quería reunirse conmigo en la noche, aquí en este hotel, dijo que no olvidara las pastillas así que las traje, incluso traje algo mejor.

—¿Qué?

—Soojin dijo que quería sentir denuevo lo que sintió con la pastilla la noche anterior, con la diferencia de que esta vez tendría sexo en ese estado... ¡Ella me propuso hacerlo! ¿Te das cuenta de que tu amiga está loca? —comenzó a reír.

—Mira, ya oí suficiente. Solo recuerda esto... No te acerques más a Soojin. Quedas advertido.

—Agradece que te lo estoy contando. Y te lo estoy estoy contando para que no se te ocurra hacer alguna estupidez. No se te vaya a ocurrir denunciarme —se burló.

—Permiso.

Ya era demasiado. Abrí la puerta de la habitación y salí de inmediato.

*¡Qué está pasando con Soojin! ¿Lo que dijo Yoongi será del todo cierto?*

Min Yoongi era un tipo muy raro y loco pero no mentiroso... ¿Y si esta vez sí mintió?
 
 
No podía perder más tiempo, me adentré a la habitación que había pedido y en donde ahora estaba Soojin, tenía que hablar con ella.

—Lalisa —la llamé—. Por favor, ¿Podrías salir un momento de aquí? Voy a hablar con Soojin.

No respondió, solo asintió con la cabeza y salió.

*Ahora sí Soojin, vamos a hablar*
 
  
—Soojin, ¿estás bien?

Ella estaba sentada al otro extremo de la cama, ya estaba vestida pero no sé atrevía a hacer contacto visual conmigo.

—Soojin, mírame —me acerqué y me senté a su lado—. Mírame explícame, qué está pasando contigo... ¿Enserio viniste por tu propia voluntad? Pensaste tomarte esa porquería y luego...

—¿Y luego tener sexo con Yoongi? —respondió sin mirarme—. Sí, sí pensé en ello y lo iba a hacer si no te aparecías.

—¡Por qué! ¡Dime! Tú no eres así...

Mi hermano se enamoró de mí (Jungkook fanfic ©)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora