En el Capítulo Anterior:
__Perdoname vos a mí. Tú bien sabes que soy muy ligera hablando y me doy cuenta luego de haberla regado. No tenía que hablarte así, pero joder Joaquín pudiste haberme respondido aunque sea un mensaje o haberme dicho cualquier cosa. Me dejaste ahí esperando con la cena. Y aparte hoy Rocío no viene a dormir. Eres un idiota. Aveces te pasas.
La solté y la giré hacía mi.
__________________________Continuamos:
(Narra Lucía)
Después de un día bastante cargado me puse a prepararle la cena a Joaquín. Aprovecharía que Rocío no se quedaría en casa para así tener una velada romántica con él.
Terminé de preparar todo y me senté a esperarlo. Pasaron las horas y Joaquín no llegaba. Lo llamé un par de veces y no respondió. Le mandé algunos mensajes y nada. Di un último sorbo a mi vino y dejé la copa en la mesa del comedor. Él no llegaría. Puse la comida devuelta en la cocina. Deje la mesa tal cuál la había preparado. Estaba cansada. No iba a recogerlo.
Fui hasta mi habitación y me senté en el borde de la cama y comencé a llorar. Ante todos me hago una mujer dura y fuerte. Muchos piensan que no tengo sentimientos por cómo actúo frente a las cámaras, pero en el fondo soy muy sentimental y demasiado sensible con aquello que amo y me hace sentir así.
Quizás es estúpido esto, pero me sentía algo impotente y culpable por no recibir respuesta de Joaquín. No me gustaba esta actitud. No sabía si estaba bien o si le había pasado algo y eso realmente me angustiaba.
No sé que tiempo duré ahí llorando. Sentí una presencia en mí cuarto. Sabía quién era. Se sentó al lado de la cama y habló. Tenía unas ganas tremendas de darle un par de golpes, pero debía controlar mi impulsividad.
Le dije que se fuera y cómo siempre no me hizo caso. Me atrapó entre sus brazos. Yo intentaba zafarme y no pude. Dejé de luchar y a los pocos segundos me dió la vuelta y quedé frente a él.
No dije nada más. Mis palabras no iban a servir de nada. Solamente me dejé llevar. Escuché su voz ronca que me dijo:
__Ya vengo. No te muevas.
Yo lo obedecí. Vi cómo salió de la habitación y en breves segundos volvió con algo en sus manos. Cuándo llegó de nuevo a dónde mi, pude ver que era una de sus corbatas. No entendía lo que iba a hacer con eso. Tampoco le pregunté.
Se puso de nuevo detrás de mí y con la corbata tapó mis ojos. Yo pude haber detenido todo esto. Necesitábamos hablar y no tratar de resolverlo todo con sexo, pero mí deseo podía más que todo. Así que lo dejé que continuará. Me quedé muy quieta y sin omitir algún sonido.
Se alejó de mí pues ya no lo sentía a mi lado. Una música suave comenzó a sonar en la habitación. Volví a sentirlo a mí lado.
Yo tenía una camisa de botones y un jeans algo ajustado.
De pronto siento sus manos en mis pechos. Comenzó a quitar los botones uno por uno. Casualmente yo no me puse sujetador. Quitó mi camisa y mis pechos quedaron al descubierto. Aún con mis ojos tapados podía imaginar la cara que tenía Joaquín en ese momento.
Me gustaba este juego de tener mis ojos vendados. Era una manera de poner todos mis otros sentidos en alerta. De sentir el placer sin tener que usar la vista.
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Si Ella Supiera
RomanceUn Amor. Dos Hermanos en la actualidad. Uno atado a una relación por compromiso y la otra esperando que lo que siente se haga realidad. Se parte de lo que Joaquín y Lucía tendrán que atravesar. Si no te gusta verlos como "Pareja" simplemente esta h...