Si Ella Supiera

Capítulo 49

En el Capítulo Anterior:

Me puse a ver la tele un rato y allí mismo me quedé dormida. Desperté a eso de las cuatro de la madrugada. Apagué el televisor y me encaminé a mi habitación no sin antes asomarme a la de Joaquín y sorpresa la mía. Allí no estaba. Su cama estaba tendida. Fui a la mía a ver si de casualidad estaba allí y tampoco.

Mi corazón se aceleró y todos los pensamientos malos llegaron a mi mente.

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Continuamos:

Cuatro de la madrugada y el hombre al cuál yo tenia por "honesto" no se encontraba en su habitación. Cómo no pensar cosas cuándo me está dando motivos.

Pensé en llamarlo así que busqué mi celular. Cuándo iba a marcar su número desistí de esa idea errónea. Entré al WhatsApp a mirar su última conexión. Efectivamente hace diez minutos atrás andaba conectado.

Más pensamientos llegan a mi mente más los espanto de ella. En cuatro días comienza la Gira acá en Argentina y honestamente no puedo agotar mi mente así de esta manera. Primero lo de Rocío y ahora lo de Joaquín es mucho. Siento que mis fuerzas se acaban, pero siempre he sido una mujer fuerte así que seguiré adelante. Mi público espera mi total entrega y eso les daré.

Apagué el celular y fui a mí cama. Decidí no pensar y descansar. El ensayo era a las cuatro de la tarde y Yo debía estar bien.

Desperté a las diez de la mañana. Me di un baño y sólo cubrí mi cuerpo con la bata de baño. Volví a fijarme y Joaquín no estaba. Este hijo de puta sabrá qué conmigo no se juega.

Ya en la cocina puse hacer el café y a tostar dos rebanadas de pan. No tenía hambre, pero tampoco iba a dejar mi estómago vacío. Me senté en la barra de la cocina y el azote de la puerta principal me sobresaltó. Me quedé sentada mientras sentía pasos que venían hacía acá. ¿Y que creen? Pues era Joaquín.

Unas ojeras que le llegaban al fin del mundo, medio despeinado y con una mirada extraña. En un segundo nuestras miradas se cruzaron. En ningún momento articulé palabras. Lo miré tan llena de coraje que él sólo procedió a servirse del café que quedó y se retiró a su habitación.

Las horas pasaron y me estaba preparando para ir al ensayo. Desde mi encuentro en la mañana con Joaquín, Yo no he salido más de mi habitación. Mientras me doy los últimos toques mi celular suena. Al fijarme en quién me marcaba me extrañé. Aún así le contesté.

— Llamada —

Lu: hola Sebastián.

Se: buenas tardes Lucía. ¿Cómo estás?

Lu: excelente y tú?

Se: yo de maravilla. Me preguntaba si deseas que pase por vos. Así no te toca manejar tarde en la noche.

Lu: pues fijate que me viene bien tú propuesta. Joaquín no está y bueno vos sabes muy bien que no me encanta manejar tan tarde en la noche. A parte que los ensayos duran demasiado.

Se: pues perfecto Cariño. En veinte minutos estoy allí. Besos.

Terminé de arreglarme y salí de la habitación. Me dirigí a la sala para buscar mi Tableta dónde tenía el repertorio de las canciones para esta próxima gira musical. Iba tan distraída que la voz de Joaquín me asustó.

— Hasta que terminas y sales.

— Perdón?? —lo miré sin entender—

— Llevo esperándote media hora. Sabes que me gusta llegar temprano a los ensayos.