Si Ella Supiera

Capítulo 50

Aclaro que la canción no tiene que ver con el Capítulo jajaja. La puse porque amo a la artista y no sabía que poner.

En el capítulo anterior:

Lu: Ehh Sebastián vayamos a otro lado. No quiero llegar a casa ahora. El discutir con Joaquín no me ha sentado bien y a parte no quiero verle cuándo llegue a casa.

Se: Cómo vos quieras Reina. A dónde vamos.

Lu: Hace mucho no me divierto. Vos sos mas joven así que no sé. Sorpréndeme.

Se: No se diga más. Te llevaré a un bar un poco retirado de la ciudad. Es muy privado. Te va a gustar.
.................................................................................

Continuamos:

Sebastián condujo al rededor de media hora. Quería disfrutar y olvidarme de todo por un rato. Así que decidí apagar el celular. Antes de apagarlo me fije que tenía dos mensajes de Joaquín. No los abrí y apagué el celular.

Llegamos al lugar. Sin duda alguna era un lugar agradable. Al lado del Bar habían unas Cabañas de lo más hermosas. No le di importancia y nos dirigimos al Bar. Al entrar quedé asombrada de lo hermoso que era.

Tómanos asiento y un mesero nos atendió en breve. Yo pedí un Whisky y Sebastián un Martini.

Charlamos un tiempo prolongado. En mí cuerpo ya habían tres vasos de Whisky. No estaba borracha, pero si sentía mi cuerpo alegre y mi cabeza un poco mareada. Estaba consciente de todo. Hasta de lo que hice después.

Sebastián tomó tres martinis. Yo iba a pedir mi cuarto vaso. Quería olvidar, pero Sebastián me impidió pedir ese cuarto vaso.

— Lucía ya has tomado mucho. Es hora de regresar.

— No quieras protegerme Sebas. Estoy consiente de todo lo que esta pasando. Además no creo prudente que manejes. Aquí al lado podemos rentar una cabaña y pasar ahí lo que resta de noche.

— Yo también estoy consiente Lu y puedo manejar de regreso.

— Prefiero que nos quedemos. No quiero que mañana aparezca en primera plana "Lucía se fue de reventón con su tecladista y ambos tuvieron un accidente ya que el conductor estaba ebrio al igual que ella" te imaginas.

Ambos comenzamos a reírnos. Hace mucho no la pasaba tan bien cómo esta noche.

Sebastián pagó la cuenta mientras yo me dirigí al lobby para pedir una cabaña de esas. No iba a permitir que este muchacho manejara así. Además yo tampoco quería llegar a casa.

— Ya tenemos lugar de descanso Sebas.

— Perfecto, me dices cuanto te debo por mí habitación.

— Nada querido. Nos quedaremos en la misma. Para que gastar dinero si sólo serán algunas horas. Además la habitación tiene dos camas.

— Me parece perfecto. Entonces vamos.