20 de Octubre, 2019.
El sonido de la puerta de mi apartamento me hizo apartar la vista del portátil para enfocar el momento exacto en el que mi hermano entró. Se le notaba cansado, harto y molesto.
Sonreí un poco y me recargué contra el respaldo del sofá.
―¿Mal día? ―Pregunté. Sus ojos se posaron en mí y suspiró con pesadez.
―Odio la semana de exámenes.
Lancé una pequeña risa y él lanzó su mochila al sillón delante de mí. Después se dejó caer a mi lado y tomó un plumón que estaba sobre la mesa, dispuesto a dibujar algo en mi yeso, lo que ocasionó que lo apartara de un manotazo.
―Eres muy aburrida ―Bufó―. Ponle un poco de color a tu vida.
―Mi vida tiene color ―Me defendí―. Que no quiera ir por la vida con un pene dibujado en mi pierna, es otra cosa.
Thomas sonrió, enseñando los dientes y ocasionando que sus ojos se entrecerraran un poco.
―No iba a dibujar un pene ―Soltó, divertido―. En realidad iba a escribir que te amo mucho.
Rodé los ojos, sin creérmelo.
―Te vi crecer, sé cuando mientes, Tom ―Golpeé su brazo levemente.
Abrió la boca, fingiendo estar ofendido.
―Yo nunca miento, Lara ―Frunció los labios y tomó algunas de mis galletas―. Soy un buen chico.
―Claro, buen chico ―Lo piqué―. Repitelo hasta que te lo creas.
―Es mi tono de llamada.
Curvé los labios hacia arriba y me levanté de mi asiento. Me estiré como si fuera un gato perezoso y miré a mi hermano.
―Tengo ganas de salir a comer algo, ¿quieres? ―Propuse―. Antes de que tengas que ir al trabajo.
―Sí a todo ―Se levantó y tomó su mochila―. Solo deja me doy una ducha rápida, no quiero oler a estrés y a tareas en mi trabajo.
Palmeé su espalda.
―Bienvenido a la vida de universitario.
Resopló antes de caminar por el pasillo rumbo a su habitación. Aproveché para hacer lo mismo y arreglarme. No quiero ir por ahí con mi pijama de ovejas y mi camisa con manchas de pintura.
Me cambié rápidamente con una blusa de cuello alto y de manga larga, es color negra. También me puse una falda color cereza, y claro, solo un botín.
Cepillé mi cabello, dejándolo completamente lacio. Ricé mis pestañas y coloqué un poco de rimel. Fui al baño a lavarme los dientes y cuando terminé, me apliqué brillo labial.
Me coloqué las muletas de nuevo debajo de mis brazos para poder moverme por todo el lugar.
Tomé mi bolso y mi cartera antes de salir de mi habitación. Tommy ya estaba listo, con la vista centrada en su celular mientras tecleaba. Me puse a su lado e hice un mohín.
―¿Qué? ¿Hablando con la novia? ―Lo molesté.
―¿Con cuál de todas? ―Me guiñó un ojo, por lo que sé que solo bromeaba.
―Claro, no creo que ninguna te haga caso.
Soltó una risa sarcástica.
―Ya quisieras, hermanita.
La verdad es que mi hermano no es para nada feo. Y no lo digo porque seamos familia, simplemente que ambos somos atractivos.
Aún recuerdo cuando era mucho más pequeño, la gente desconocida lo mimaba en la calle y expresaba lo hermoso que es, con esos enormes ojos café y su cabello castaño. Ahora que creció, es incluso más alto que yo y apuesto a que no le es difícil ligar con las chicas.
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Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICO
Romance[Destructiva Obsesión #1] No es necesario leer Elaine para entender SATD. [COMPLETA]✔ PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO. Para Lara, bailar se convirtió en la peor de las torturas. Más cuando sin poder evitarlo, la danza la hace evocar todo aquello que se esme...