Capítulo 35.

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Especial 31 de octubre (cumpleaños de Neal, je).
1/3.

19 de Marzo, 2020.




Tecleé en la computadora rápidamente, mientras me llevaba un pedazo de pastel chocolate a la boca. Volví a dejar la cuchara en su lugar y le entrecerré los ojos a la pantalla.

Leí con atención lo que había escrito y cuando las palabras me hicieron sentir satisfecha, entonces presioné el botón de envíar. Estaba redactando un correo que Ellie me pidió hace unos minutos. Ya está listo, no fue tanto.

Continué comiendo mi pastel de chocolate, porque la mayor parte del tiempo, no puedo ser una empleada funcional si no estoy comiendo algo dulce.

Miré la hora en mi reloj, dándome cuenta de que solo faltaban treinta minutos para nuestra salida. Ellie ha estado metida en su oficina todo el día. Hoy que llegó se miraba algo cansada, pero supongo que es el embarazo. Un segundo puede estar saltando de lugar en un parpadeo y al otro, está a punto de quedarse dormida.

Y no olvidemos a la Elaine quejumbrosa, esa que se harta de estar sentada en su escritorio.

Dice que no soporta estar encerrada en su oficina todo el día. Que quiere estar caminando o tomando aire. Pero luego cambia de opinión y dice que no quiere dejar de trabajar, por unas horas, se convierte en una adicta al trabajo.

Mi mejor amiga es muy extraña.

A veces hasta me da escalofríos.

Sobre todo hoy, que ha estado muy silenciosa.

Sentí unos pasos acercándose, por lo que levanté la cabeza. La recepcionista venía en esta dirección, sosteniendo lo que parecían ser cartas.

―Llegó más correspondencia, señorita Spencer ―Avisó, una vez que estuvo frente a mi escritorio―. ¿La dejo aquí?

Señaló la mesa, así que asentí.

―Si, muchas gracias ―Le sonreí.

―No hay de qué.

Me dio un asentimiento de cabeza y se despidió antes de retirarse e ir de vuelta al elevador. Tomé los sobres y fui en dirección a la oficina de Elaine, toqué un par de veces hasta que escuché su voz, dándome permiso de entrar. Una vez que lo hice, la vi detrás de su escritorio, con la vista fija en un manuscrito.

―Te llegó correspondencia, Ellie ―Informé, acercándome a ella para entregárselo.

―Muchas gracias, Larita. Déjalo sobre el escritorio, por favor ―Pidió, pasándose una mano por el cabello y después soltando un bostezo largo―. En un momento lo reviso.

―Mejor ve a casa a descansar, se nota que estás agotada ―Hice una mueca mientras dejaba los sobres―. ¿Por qué tienes esa cara de querer morir?

Se recargó contra su silla y se quitó los lentes para dejarlos sobre su escritorio. Unas ojeras enormes se marcaban debajo de sus ojos. Realmente luce exhausta.

Soltó un suspiro cansado, decaído.

―Es papá ―Susurró.

Hundí las cejas.

―¿Qué ocurre?

Su labio inferior tembló ligeramente.

―Él...ha empeorado mucho últimamente ―Su voz se quebró―. Tuvo una crisis anoche, estoy segura de que se debió a que el Doctor le ha dicho que su enfermedad se encuentra en etapa tres.

Parpadeó continuamente cuando las lágrimas se le acumularon en los ojos.

―¿Etapa tres? ―Mi tono fue incrédulo y bajo.

Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora