Capítulo 38.

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18 de Abril, 2020.


Endulcé un poco mi café antes de comenzar a beberlo. Me quité la pluma que mantenía en mi cabello y de nuevo fui a la barra para seguir revisando las cuentas.

Todo parece estar en orden. Estos últimos meses, Thomas y yo hemos estado más que bien, ambos tenemos un trabajo, él tiene beca completa y las deudas se acabaron. Creo que estamos en uno de nuestros mejores momentos, claro, financieramente hablando.

Porque en otros sentidos, las cosas están muy jodidas.

Alguien me acosa.

La persona que lo hace usa el nombre de una persona que ya murió y con la que nunca tuve nada que ver.

Vivo aterrada con que la próxima vez que alguien toque mi puerta, no sea el de la paquetería trayendo un obsequio, sino la persona que hace todo esto.

Suspiré, mirando mi celular cuando se encendió gracias a una notificación. Lo tomé y presioné, por lo que me envió directamente al chat que tengo con Elaine.

Ellie, 1:26 p. m: ¿Ya viste esto?

Adjunto a eso, estaba un enlace. Mi ceño se frunció mientras negaba, aunque sé que ella no puede ver ese gesto.

Presioné el enlace y me envió a lo que parecía una página de un noticiero. Comencé a bajar, leyendo toda la nota e intentando entender por qué Ellie ha enviado esto.

Y conforme bajaba, las cosas comenzaban a aclararse.

«Ayer por la noche, un atentado en uno de los clubs nocturnos más importante y exclusivos de la ciudad, tomó por sorpresa a los comensales y las personas que se encontraban en los alrededores. Decenas de policías y paramédicos llegaron al lugar, junto con reporteros para cubrir el reportaje. Se estima que hay un total de doce personas que se encuentran gravemente heridas. Fueron atendidos de inmediato y en este momento se encuentran en el urgencias.

Hasta el momento, se ha tenido conocimiento de cuatro personas que murieron en el lugar. Entre ellos, una empleada del club. Su nombre era Monique Stone, una bailarina que...»

Dejé de leer cuando un nudo se formó en mi estómago y cuando otro se formó en mi garganta, impidiéndome decir algo.

Solté una exhalación que no pude contener.

No...

No puede ser cierto.

Mi nariz comenzó a picar y aunque parpadeé continuamente para eliminar las lágrimas, estas de todas maneras encontraron la forma de comenzar a escapar de mis ojos.

Dios...

Era mi amiga.

Aunque hace bastante tiempo que dejamos de hablarnos porque tener algo que ver con Bruno y su club, me hacía daño, el cariño que le tengo a Monique jamás lo borré. Ella siempre fue tan buena conmigo, tan comprensiva, tan alegre. Era tan dulce y amable conmigo. Se preocupaba por mí, me mostró muchas cosas, aprendí tanto gracias a ella.

Y ahora...ya no está.

No quiero aceptarlo, no puedo.

Debe ser un error.

Me levanté de golpe de mi asiento. Fui directo a la entrada y tomé mi bolso, mis llaves y mi abrigo para posteriormente salir del apartamento. Bajé las escaleras a trotes y caminé de la misma manera hasta el estacionamiento. No tardé tanto en llegar a mi auto, cuando subí en él y lo encendí, entonces arranqué y fui directo al club.

Ahí encontraré respuesta.

Después de unos minutos eternos conduciendo, por fin llegué a mi destino. Las luces del exterior estaban apagadas, había personas saliendo y entrando. Sacaban mesas destrozadas, junto con montañas de cosas que se dañaron. Las cintas amarillas de la policía ya habían sido retiradas en su mayoría y desde acá, podía mirar a las personas con miradas curiosas que pasaban alrededor del lugar, intentando averiguar cómo siguieron las cosas.

Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora