Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICO

Capítulo 12.

18 de Noviembre, 2019.

Me terminé de colocar perfume y me miré en el espejo. Comprobé que mi cabello y mi maquillaje estuvieran perfectos. Afortunadamente así es, mi maquillaje es sutil y hace resaltar mis ojos, mi cabello está en ondas y se mira precioso.

Y el vestido...

El bendito vestido.

Es de satén, tiene un escote pronunciado en la espalda y se ajusta a mi cuerpo, realzando mi trasero y mis pechos. Cubre mis pies, la cola corta se arrastra en el suelo. El color es hermoso, es rosa palo y es de tirantes.

Por suerte, la boda es en un salón enorme lleno de invitados, por lo que no tendré tanto frío.

Me coloqué los aretes y tomé mi pequeño bolso, me pasé la cadena por el hombro y le sonreí a mi reflejo.

Me siento hermosa.

Ya estaba completamente lista, ya había tomado mi cargador, mi celular y me había cepillado los dientes, así que todo está bien.

Salí de mi alcoba y toqué la puerta de la habitación de mi hermano.

―¿Tom? ¿Ya estás listo? ―Pregunté―. Soy la dama de honor, recuerda que debo llegar mucho antes que todos.

―¡Un momento, hermanita! ―Expresó desde el interior.

Asentí aunque él no pudiera verme y fui en dirección a la cocina para asegurarme que todo estuviera cerrado, para evitar que algo malo pasara mientras no estábamos. Volveremos tarde a casa, por la madrugada cuando la fiesta acabe.

Escuché los pasos de mi hermano venir desde el pasillo, por lo que giré y solté un silbido, señalándolo de arriba abajo. Él sonrió con egocentrismo y dio una vuelta como si estuviera modelando para una marca famosa o algo por el estilo.

―¿Qué tal me veo? ―Preguntó.

―Serás la envidia de los padrinos del novio ―Le guiñé un ojo―. Y el delirio de las damas.

Rodó los ojos, un tanto divertido por mis palabras.

―Prefiero ser el delirio de la novia ―Hizo un puchero―. Le gustan los hombres en traje, ¿no? Entonces tendré que gustarle yo.

Lo miré mal.

―Creí que tu enamoramiento hacia Elaine ya había quedado atrás ―Señalé.

Suspiró con dramatismo y se llevó una mano al pecho.

―Nunca. Es el gran amor de mi vida ―Expresó―. Si le gustaran menores te apuesto a que la hubiera conquistado.

Reí levemente.

―Estoy segura de que sí, Tommy ―Lo animé―. ¿Yo que tal me miro?

―Luces hermosa, Lara.

Sonreí y le guiñé un ojo.

―Es de familia.

Solo he visto a mi hermano vestido formal un par de veces en toda mi vida. En su graduación de preparatoria, en la boda de unos conocidos de mi abuela hace muchos años y en esta ocasión, la boda de mi mejor amiga.

El traje se ajusta a su cuerpo y luce bastante elegante. Su cabello castaño está peinado para que no se mire como todo el tiempo lo lleva; desordenado. Sus ojos lucen resplandecientes y sus pestañas, largas y rizadas como siempre.

Los Spencer tenemos buenos genes.

Miré la hora en el reloj de la pared y me apresuré a ir a la puerta.