Capítulo 19.- Parte I.

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11 de Noviembre del 2016.

―Lara ―Me llamó mi hermano, se encontraba al otro lado de la sala, había dejado de lado sus cuadernos para mirarme. Se encuentra haciendo tarea de la escuela.

Le di un asentimiento de cabeza, pasando la siguiente capa de barniz en mis uñas.

―¿Sí?

Tomó una respiración profunda antes de hablar.

―Ya casi se cumple un año desde que la abuela... ―Susurró.

―Lo sé ―Interrumpí antes de que terminara. La palabra "murió" no le gusta. Aunque después de tantas pérdidas que hemos tenido en nuestra familia, es algo a lo que deberíamos acostumbrarnos a decir―. Iremos a visitarla, ¿quieres?

Asintió con la cabeza.

―Sí, eso quiero.

Nos quedamos en silencio unos segundos hasta que yo solté un suspiro largo. Hablar de la abuela es algo difícil para Thomas, es a la mujer a la que vió como a su madre ya que mis padres se fueron cuando él apenas tenía dos años, no los recuerda mucho y ella fue quien nos crió.

Básicamente, se va a cumplir un año desde que Tommy perdió a su mamá.

―¿Cómo crees que serían las cosas si ella aún estuviera? ―Pregunté en un susurro.

Ladeó la cabeza mientras me miraba, después sonrió débilmente.

―Sería como antes, aún bailarías en la academia y habrías continuado con tus estudios en lugar de sacrificar todo por mí. Creo que...estaríamos relativamente bien ―Respondió, dibujando distraídamente en las hojas de su cuaderno.

Tal vez tiene razón.

Tal vez si aún tuviéramos a la abuela, yo no habría terminado trabajando para Bruno y las cosas no habrían terminado así de mal.

Sacudí la cabeza.

―¿Y qué es lo que más extrañas de ella? ―Cuestioné mientras intentaba secarme las uñas.

Frunció los labios y miró al techo.

―Extrañaré su arroz con leche o el flan que preparaba ―Contestó―. ¿Y tú?

Eso lo sé muy bien.

―Las clases de español.

Mi abuela era mexicana, mi hermano y yo tenemos raíces latinas gracias a ella y a mi madre. Ambos manejamos ambos idiomas, no somos expertos en español, pero creo que nos defendemos y podemos mantener una conversación con alguien sin ponernos de los nervios.

Por el contrario, mi padre era de Florida, junto con su familia a los cuales ni siquiera conocemos. Obviamente, nuestro apellido es por él.

Thomas hizo una mueca, algo disgustado.

―Si duda yo no las extrañaré, siempre me regañaba cuando me enseñaba.

―Porque solo querías decir malas palabras, Thomas.

Mi hermano rió por lo bajo.

―Las malas palabras siempre sonarán mejor en español ―Se defendió―. Pinche cabrón es mi favorita.

Tomé un cojín y lo lancé directo a su rostro, dando justo en el blanco.

―Grosero ―Mascullé―. No puedes decir groserías, eres un niño.

Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora