Capítulo 16.

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26 de Noviembre del 2019.


Abrí los ojos lentamente, adaptándome a la luz del lugar. Me llevé la mano a la cabeza y siseé por lo jodida que es la resaca.

No debiste tomar, Lara.

Intenté moverme, pero un peso en mis piernas me hizo quedarme inmóvil.

Alcé lentamente la cabeza para mirar en esa dirección. Lo que me encontré fue un gato negro acurrucado y muy cómodo.

Lleva un collar lila y tiene los ojos cerrados.

Traté de ser cuidadosa con mis movimientos para no despertarlo y que se asustara, pero mi intento fue inútil ya que saltó de la cama de un solo movimiento.

Me miró desde donde estaba, sus ojos son dorados y muy bonitos.

Es una versión gatuna de Neal.

Neal...

Los recuerdos de la noche anterior me golpearon con fuerza, mis acciones hicieron que las mejillas se me calentaran.

¿Qué otras cosas hice? ¿Qué tanto dije?

No consigo recordar todo con exactitud.

Recuerdo haberme insinuado, subirme encima de él en su coche y decirle que...me he masturbado pensando en él.

Solté un bufido y enterré mi rostro entre mis manos.

¿Por qué siempre tengo que pasar vergüenzas delante de Neal?

Escuché el sonido de algo metálico cuando me moví, por lo que rápidamente levanté la cabeza.

Alcé mi mano derecha y hundí las cejas cuando vi que llevaba unas esposas colgando, son pesadas para ser sincera.

Pero, ¿qué mierda?

Carraspeé y me bajé lentamente de la cama, mis pies tocaron el suelo frío ya que estaba descalza. Ni siquiera sé en qué momento me quité los zapatos.

Me dirigí al baño de la habitación, intentando no hacer ruido y mientras el gato me seguía por todo el lugar, su cascabel sonaba con sus pasos.

Me miré al espejo una vez que estuve enfrente e hice una mueca al ver todo mi maquillaje corrido.

Dios, que horror.

Me lavé la cara hasta que no quedó ningún rastro de la noche anterior y hasta que mi rostro estuvo limpio.

¿Neal se molestará si le robo un poco de su enjuague bucal?

Me mordí el labio cuando también vi unos cuantos cepillos de dientes nuevos y empaquetados.

A la mierda, luego se lo repongo.

No quiero encontrarmelo y tener aliento a ebria.

Tomé uno y lo saqué de su empaque, le coloqué pasta y empecé a cepillarme. Una vez que terminé, tomé el enjuague bucal.

Suspiré e intenté arreglar el desastre de mi cabello, ahora solo quedan intentos de rizos.

Me di un último vistazo y salí del baño. Metí mis manos dentro de las bolsas del suéter ―uno que realmente espero haberme puesto yo sola―, y empecé a merodear por toda su habitación.

Es espaciosa, ordenada y limpia. Tiene ventanales enormes por los que se filtra la luz que no me dejó dormir más tiempo.

Me acerqué a su mesita de noche y tomé la placa que había sobre ella. Las letras estaban grabadas con su cargo.

"Agente especial".

Debajo estaba el que supongo es el nombre de la corporación.

"FEIIC".

Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora