Capítulo 51.

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Advertencia: Este capítulo contiene lenguaje muy fuerte y material no apto para personas sensibles. Si lo eres, te recomiendo no leerlo.
Si decides continuar, entonces espero que disfrutes de la lectura.♡

04 de agosto, 2020. Cerdeña, Italia.

Lara Spencer.

―¿Cómo llegaste aquí? ―Pregunté, tragando saliva.

―Caminando y por voluntad propia ―Bufó.

Parpadeé.

―¿Por qué?

―¿Cómo voy a llegar así, nena? Dios, que estúpida ―Gruñó―. Me trajeron a rastras. ¿O crees que tenerme atada a una silla en este lugar horrible cuenta como atracción turística?

Bajé la cabeza.

―Lo lamento ―Musité.

La escuché suspirar bajo.

―No, mira, yo lo lamento. Solo...llevo mucho aquí, ponerme a la defensiva siempre me ha funcionado ―Carraspeó―. No sabía que traerían a otra chica a este infierno. Me va esto de afilar la lengua con todos esos hombres para que no se aprovechen. ¿Entiendes?

De nuevo la miré.

―Entiendo ―Murmuré―. Creo que lo que quise preguntar es, ¿también estás aquí para pagar una deuda?

―No.

―¿Hiciste algo malo?

Ladeó la cabeza, frunció los labios con aire pensativo.

―El hombre que acaba de salir, se obsesionó conmigo. Al punto de querer hacerme su esposa. Como verás, estoy poniendo resistencia ―Rió de manera seca―. Que mi caso te sirva de lección para que no seas amable con los desconocidos. Claro, si es que sales viva.

Mi labio inferior tembló.

―¿Realmente piensas que van a matarme?

Se encogió desinteresadamente.

―Eso escuché.

―¿Hablas enserio?

―Eh, no suelo mentir.

Sollocé, completamente aterrada.

―Genial...comenzarás a llorar ―Murmuró, por tu tono, deduzco que eso la molesta.

Otro sollozo escapó de mi garganta. El llanto incontrolable comenzó a inundar el recinto, las lágrimas gruesas rodaron por mis mejillas, empapándolas por completo. Pasé minutos sollozando, llorando, gritando que me dejaran salir.

Supliqué, recé, pedí.

¿Realmente merezco esto?

¿Acaso dañé a alguien?

¿Alguna vez fui mala con alguien?

¿Merezco sufrir?

―Joder, ya cállate. Me tienes harta ―Me gruñó Lucille―. Eres demasiado escandalosa e insoportable. No hay necesidad de taladrarme los oídos con tus gritos.

Apreté los dientes.

―Claro, como a ti no van a matarte, por eso estás tan tranquila ―Mi tono fue bajo.

Ella elevó una ceja.

―Deberías agradecer que eso es lo que quieren hacerte. En cambio a mí, ¿sabes qué me pasará el día que ese hombre se canse de que lo rechace y que me resista? ―Inquirió, de nuevo siendo fría en su manera de hablar―. Me obligará a meterme a su cama en contra de mi voluntad hasta cansarse, me rebajará hasta solo convertirme en su puta. Así que créeme, preferiría estar en tu lugar.

Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora