Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICO

Capítulo 30.

Nota: Te recomiendo leer este capítulo escuchando la canción de multimedia.❤

10 de Febrero, 2020.

La gala de los Vaughn.

La bendita gala de los Vaughn.

La cual se celebra hoy y a la que estoy cortésmente invitada, lo cual no es un problema. Fui el año anterior y es un evento elegante, bonito y aparte es para una buena causa; la beneficencia.

El problema es, que este año será de mascaradas.

No me disgusta del todo, solo será raro volver a usar antifaz delante de tantas personas cuando la última vez que usé uno, fue la última noche que bailé en el club.

Suspiré, pasándome las manos por el vestido. Es purpura, de satín porque me encanta esa tela. Es largo, cubriendo mis pies, solo se alcanza a ver mi pierna derecha gracias a la abertura que tiene el vestido. Es un diseño lindo. Es de tirantes y también tiene tiras que van cruzadas en mi espalda. Es muy bonito.

Mi cabello va completamente liso, como suele estar siempre. Hay dos broches plateados del lado derecho, cerca de mi oreja, para que combinen con mi antifaz, el cual también es plateado, con detalles de encaje.

Tomé una cartera a juego y en ella guardé las llaves del apartamento, efectivo, mis tarjetas y mi celular. Después de darme unos últimos retoques, finalmente salí de mi habitación, no sin llevarme el antifaz y un abrigo. El apartamento está vacío ya que mi hermano fue a acampar a la playa con su grupo de amigos y amigas. Le presté mi auto para que tuviera como moverse, después de todo no lo necesitaré esta noche.

Cerré la puerta con llave y caminé por el pasillo hasta llegar al elevador. Una vez en él, marqué el piso a la recepción y esperé pacientemente. Por suerte no duré tanto en él, no quería que mi acompañante esperara más tiempo afuera, solo.

Las puertas se abrieron, por lo que salí y fui a la entrada. Sonreí abiertamente cuando vi a Neal, el cual hace un par de minutos había avisado de su llegada. Yo di el paso hacia él y fui yo la que tuvo el impulso de hacer el primer movimiento, llevando mis manos a sus mejillas y acercándolo para juntar nuestros labios, sin darle la oportunidad de siquiera reaccionar.

Me siguió el ritmo del beso, profundizándolo y rodeando mi cintura con su brazo. Me apretó contra su cuerpo, acariciando mis labios de esa forma que me hace perder la cabeza. Simplemente me tiene loca la forma en la que me envuelve.

Barrió mis labios un par de veces más, antes de separarse un poco. Enredó su dedo en un mechón de mi cabello y me miró a los ojos.

―Será difícil mantener las manos lejos de ti toda la noche, cuando te presentas de esta manera frente a mí ―Me dijo.

―¿De qué manera?

―Tan tú. Tan hermosa.

Sus palabras me enternecieron, lograron que mi corazón saltara de alegría en mi pecho. Sonreí tímidamente, inclinándome de nuevo para dejar en beso corto sobre sus labios provocativos y suaves.

―Tú no te quedas para nada atrás, Agente Hardy. Siempre tan candente y guapo ―Le guiñé un ojo.

Alzó la comisura de su boca un poco.

―El mejor de los halagos viniendo de ti ―Comentó, subiendo sus manos a mis hombros para frotarlos un poco―. ¿Lista, hechicera?

Asentí.