Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICO

Capítulo 18.

Te recomiendo leer el capítulo mientras escuchas esa canción, je.♡

10 de Diciembre de 2019.

Y entonces han pasado dos cosas desde la última vez que vi a Neal en su apartamento, para ser exacta cuando casi dejo que me de sexo oral en su sofá.

La primera, es que lo he estado evitando desde entonces por todo lo que le dije, por todo lo que mi falta de filtro dejó salir.

¡Dios!

¿Cómo pude decirle que era yo la chica con la que se besó esa noche en el club? ¿Cómo pude insinuarme a tal manera de que me desnudé delante de él y básicamente le rogué para que tuviera sexo conmigo?

Si Lara sobria a veces me da pena ajena, Lara ebria me provoca ganas de morir.

En fin, la segunda es que por más que lo evite o por más que desee borrar sus besos y sus caricias, no lo consigo. Ardo cada vez que lo imagino de nuevo sobre mí, cada vez que pienso en sus labios y en su cuerpo, en sus palabras sucias y todo en él que me hace desear más y querer ir por ello. Pero como todo el tiempo, hay algo que siempre me detiene.

Con Neal no fue la excepción.

Huí.

Miré a Elaine, la cual acababa de regresar de su luna de miel ayer por la mañana. Está sentada en la silla detrás de su escritorio, bebiendo jugo de naranja y revisando sus correos. Aún no sabe lo que pasó entre Neal y yo, no quería contárselo por teléfono y mucho menos interrumpirla mientras estaba disfrutando de sus días libres.

Ahora está aquí y quiero decirle.

―Le dije a Neal que nos conocimos en el club nocturno y que nos besamos esa noche. También me puse ebria y me desnudé delante de él, quería acostarme con él y me insinué como adolescente hormonal ―Solté todo de golpe―. Le dije que quería cabalgarlo, me esposó a su cama para que dejara de desnudarme y a la mañana siguiente nos besamos.

Elaine tosió con fuerza al atragantarse con su jugo, fue tanto que el líquido empezó a salir por su nariz mientras intentaba controlarlo. Sus ojos se pusieron llorosos y tomó una servilleta. Rápidamente me levanté y golpeé su espalda mientras ella seguía tosiendo.

Debí ser más sutil.

Después de unos momentos más, ella finalmente se recompuso, aunque aún tenía los ojos llorosos por el ardor de garganta. Me miró con sorpresa e incredulidad.

―Esa fue...demasiada información para procesar ―Empezó―, así que solo puedo preguntar, ¿qué tú y Neal qué?

―Nos besamos. Y que el diablo me arrastre al infierno si miento diciendo que ese no fue el beso más espectacular de toda mi jodida existencia ―Suspiré―. Porque sí lo fue. Ese hombre, amiga, ese hombre me tiene mal.

Parpadeó antes de alzar las cejas.

―¿Se besaron? ―Repitió―. ¿Tú y él? ¿La mujer que escapa cada vez que lo ve y el hombre serio y misterioso?

―Sé que está de locos, pero sí.

―Sigo sin creermelo ―Expresó―. Ahora, ¿te esposó a su cama? ¡Dios! ¿Antes o después del beso ardiente?

―Antes ―Contesté y ella me miró con malicia―. Pero te dije que era para que me quedara quieta, estaba muy ebria y él se fue y me dejó sola. Neal podrá ser serio y sarcástico por momentos, pero es un caballero que no me tocó ni un solo cabello mientras no estaba en mis cinco sentidos.

Lo cual agradezco demasiado.

De haber sido otro tipo de hombre, le hubiera importado una mierda cómo me encontraba esa noche y se hubiera aprovechado de eso.