Capítulo 27.

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Central de Fuerza Especial e Internacional de Investigación Criminal (FEIIC). Chicago, Illinois.

Neal.

Las personas van de un lado a otro, algunos apurados, otros ansiosos, otros simplemente van con una calma impresionante.

La central es un edificio enorme, lleno de diferentes áreas. Es común ver reclutas, cadetes, rangers y agente. Los que se dejan ver muy poco, son los comandantes y los generales.

Es por eso que ahora, puedo mirar a todas esas personas a través del cristal que rodea esta habitación.

―Causer quiere que tú interrogues a nuestro terrorista favorito ―Habló Landon, llegando a mi lado. Levanté la cabeza, dejando el artefacto que intentaba abrir; es una especie de rompecabezas metálico que esconde algo en el interior. Solo debo descifrar cómo se abre para obtener dicho objeto.

―¿Y yo por qué? ―Alcé una ceja―. Insistió desde el principio en ser él quien interrogara, ¿ahora por qué cambia de opinión?

―Ya lo intentó. Pero no obtuvo ni una sola palabra, ni una sola confesión ―Informó―. Necesitamos que confiese y de alguna forma te necesita para esto.

―Que alguien más lo intente, estoy muy ocupado ahora ―Señalé los documentos y levanté el rompecabezas, agitándolo―. Debo abrir esta mierda...

Giré dos veces hacia la izquierda, después hacia abajo. Podía escuchar los engranajes moviéndose en el interior del artefacto con cada vuelta que daba.

―No quiero subir tu ego más de lo que seguro ya debe estar, pero todos aquí sabemos que tú lo puedes hacer confesar. Tienes talento para eso, para saber cómo funcionan sus mentes ―Bufó, quitándome el artefacto para que le prestara atención―. Ya sabes, solo un trastornado puede entender mejor a otro trastornado.

―Aw, de alguna manera me has dicho loco, eso es muy dulce ―Fingí una sonrisa.

―Estoy seguro de que no era su intención ―Irrumpió alguien desde la puerta, ambos miramos en esa dirección, solo para encontrar al capitán Causer de pie en el umbral―. Escuche agente, sabemos que su mente no trabaja igual que la del resto y aunque a veces resulte aterradora su manera de descifrar las cosas y estar en lo correcto, también es muy útil. Y no sé cómo lo hace, no sé cómo lo consigue, pero siempre logra obtener las confesiones más difíciles. Y todas esas confesiones tienen algo en común; son hechas por personas enfermas con las que solo usted logra lidiar. Así que necesito que se levante, mueva el culo hasta la sala de interrogaciones y me consiga lo que necesito.

―Capitán, usted halagándome a su manera, eso sí es un verdadero logro ―Apunté con diversión. Noté a Landon disimular una risa.

Dean me miró mal y señaló la puerta.

―Ahora.

―Anda, Neal. Ve y haz nuevos amigos ―Bromeó Landon.

Puse los ojos en blanco y me levanté de mi asiento. Tomé el auricular que el capitán me ofrecía y me lo coloqué. Sin decir ni una sola palabra más, salí de la oficina. Ambos hombres fueron detrás de mí. Caminamos un tramo largo, pasamos frente a donde estaban entrenando nuevos reclutas, los cuales al vernos, levantaron su mano en un saludo militar.

Llegamos a una puerta blanca, por ella entraron ellos dos. Ahí se encuentran los monitores por los que se puede visualizar toda la sala de interrogación. Yo seguí con mi camino, unos cuantos metros hasta que llegué a mi destino. Frente a la puerta gris estaban dos soldados, portando armas y chaleco antibalas. Me regalaron un asentimiento de cabeza que les devolví. Se movieron hacia un lado y la abrieron, puesto a que estaba bajo llave.

Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora