Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICO

Capítulo 28.

"Obtenemos lo que nos merecemos".

―Way down we go - KALEO.

13 de Enero, 2020.

Me estiré por completo, siguiendo mi rutina cada vez que hago yoga. Tomé respiraciones profundas, aún con los ojos cerrados. Estoy relajada, no estoy para nada tensa debido a que estos días han sido muy tranquilos.

Las cosas en casa están excelentes.

En mi trabajo todo va bien, excepto por Elaine que es todo un huracán de un lado a otro. Con esto de la búsqueda de la casa ideal para ella, Mason y su bebé en camino, está como loca. Ellie es muy perfeccionista y quiere que la distancia de su casa al trabajo, el tamaño, la armonía y el lugar en donde se establezcan, sean perfectos.

Por otro lado, las cosas con Neal están más que perfectas. Con él me siento muy bien y la química que tenemos cuando estamos juntos, ya no puedo negarla. Me desarma por completo cada vez que me mira, cada vez que me toca o me besa. Y después, vuelve a armarme de nuevo.

Me gusta pasar tiempo con él, me gusta que me corrompa, que me haga tragar todas las promesas que me hice y todos mis miedos. Me gusta que no intente forzarme a mí misma a intimar, simplemente sucede y me gusta que así sea. Me encanta que él tampoco se contenga, que me seduzca y me haga caer directo a sus pies.

Tal vez somos un par de adictos necesitados de la droga que solo nosotros podemos darnos cuando estamos juntos.

He dormido algunas noches en su apartamento, debido a que es el único lugar en el que estamos a solas ya que Tommy vive aquí y no sabe que tengo algo con Neal. Solo sabe que estoy con alguien, después de todo hay noches que no llego a dormir.

Ya no supe nada más del usb después de que logré abrir el rompecabezas, él dijo que era algo de su trabajo y me agradeció por darle paz finalmente, estaba volviéndolo loco el no conseguir descifrarlo.

Los siguientes días estuvo un poco silencioso y pensativo. De repente se perdía en sus pensamientos, pero cuando lo llamaba, volvía a ser el mismo hombre de sonrisa maliciosa y mirada felina.

―¿Crees que si te empujo con mi pie, pierdas el equilibrio y te golpees en el rostro? ―Cuestionó mi hermano―. Pienso que sería fácil debido a tu posición.

―Te mato, lo juro ―Advertí.

Tommy dejó escapar una risa baja y entredientes.

―Pero será divertido, anda ―Siguió molestándome.

―Será divertido dejarte dormir en el pasillo para que la vecina vea cómo babeas.

Ahora sí dejó de reír.

―Agh, que molesta eres.

Me incorporé lentamente, colocando mis palmas sobre mis rodillas. Formé una sonrisa burlona en mis labios y esta vez me giré para verlo.

―Pero sin llorar, niñito.

Rodó los ojos, dándose la vuelta para ir a la cocina y servirse un poco de cereal en un plato. Se sentó en una de las sillas y comenzó a comer, lanzándome una mirada de ojos entrecerrados cuando empecé a caminar por toda la sala, recogiendo mi tapete y las pesas.

―¿Te duele algo? ―Preguntó, en un tono un poco preocupado.

Ladeé la cabeza, hundiendo las cejas en el proceso.

―No, ¿por qué?

―Caminas raro.

Oh...

Eso.