03 de Noviembre, 2019.
Conté mentalmente, tratando de que eso me ayudara a conciliar el sueño de una vez por todas.
Es difícil.
Noviembre no es mi mejor época del año.
Al igual que le pasa a Neal, hay fechas que realmente no me agradan. Hay días que son malos, terribles. Y por más que trate de ignorarlos o hacerlos de lado para no martirizarme, nunca lo consigo, el intentar y fallar solo lo vuelve peor.
Me removí por toda la cama, inquieta.
Una pesadilla―no tan horrible por suerte―, me despertó a altas horas de la madrugada. Ahora no puedo volver a dormir y ya es bastante tarde, en cualquier momento mi alarma sonará, indicando que debo arreglarme para ir al trabajo.
He estado un rato largo despierta, deseando que por obra divina, el sueño me alcance de nuevo.
Sé que no será posible.
Y no porque me aterre dormir.
No es eso.
Sino porque aunque no lo desee, cuando sueño con algo que sucedió hace tiempo, simplemente no puedo dejar de darle vueltas al asunto. Pienso en los posibles escenarios que podrían haber pasado si todo hubiera sido diferente. Pienso en las consecuencias que tuvo, en los por qué.
Y sé que no debería hacerme algo como eso.
Pero, ¿cómo se lo explico a mi subconsciente?
¿Cómo le pido que deje de atormentarme con todos esos pensamientos que me agobian?
No hay manera.
Es imposible.
De nuevo rodé por la cama. Permanecí en ella aunque el sol ya comenzaba a filtrarse en la habitación.
No me levantaré hasta que sea la hora en la que tengo que hacerlo, tengo demasiado frío como para salir de la comodidad de mi cama.
Así que después de un largo rato más, finalmente la alarma sonó. Suspiré y tomé el celular para quitarla. Me pasé las manos por el rostro y me tallé los ojos.
Me levanté de la cama y caminé directo al baño para darme una ducha que me haga despertar bien. Usualmente no me ducho en las mañanas, lo hago por las noches porque si no luego se me hace tarde y ando temblando como chihuahueño.
Me quité mi ropa para dormir y me metí a la regadera, me coloqué debajo del chorro y cerré los ojos. Lavé mi cabello y mi cuerpo rápidamente mientras tarareaba la primera canción que se me vino a la cabeza.
Una vez que terminé, salí y fui rápido a cambiarme. Me coloqué ropa cómoda y caliente.
No apoyo el pie en el suelo, camino con uno para no ir por la muleta por toda la habitación, solo la uso cuando el trayecto es largo, luego es incómodo estar con ella todo el día.
Solo quiero que mi pierna se recupere al cien por ciento ya. Ya está mejor por suerte, solo es cuestión de tiempo.
Me cepillé el cabello y me maquillé un poco para esconder mis ojeras. Me lavé los dientes y salí de la habitación, ahora sí con ayuda de la muleta estorbosa que cargo.
Mi hermano ya se encontraba desayunando para irse a la universidad. Me acerqué y palmeé su espalda. Fui directo a la cafetera y llené un termo con café para tomar en el camino.
―Buenos días, Larita ―Canturreó.
Bufé.
―De buenos no tienen nada ―Hice una mueca.
ESTÁS LEYENDO
Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICO
Romance[Destructiva Obsesión #1] No es necesario leer Elaine para entender SATD. [COMPLETA]✔ PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO. Para Lara, bailar se convirtió en la peor de las torturas. Más cuando sin poder evitarlo, la danza la hace evocar todo aquello que se esme...