Capítulo 41.

41.2K 3.2K 878
                                    

Lara Spencer.



Mi cuerpo entero comenzó a temblar.

Pánico.

Terror.

Pavor.

No podía ni moverme, pese a que estaba temblando de miedo, mi cuerpo no tenía otra reacción. Estoy paralizada por completo, mi mente solo puede repasar una y otra vez lo que vi antes de que me hiciera darle la espalda.

Lleva un chaleco y ese mismo chaleco es el que tiene la bomba. El aparatito que sostiene, lo tiene pegado contra mi mejilla. Puedo sentirlo temblar también a él, como si estuviera asustado.

Muchas personas alrededor ya se habían percatado del explosivo, huyen despavoridas por todo el centro comercial. Puedo escucharlos gritar, padres tomando a sus niños para correr lejos de nosotros, otros tantos mientras se van, puedo notar que comienzan a llamar a emergencias.

Las personas dentro de sus negocios, no se atreven ni a salir de lo cerca que están del área. Tal vez temen que si lo hacen, entonces el hombre podría detonar la bomba.

Ciertamente, yo temo lo mismo.

Y lo que es peor, es que si lo hace, ni siquiera voy a sobrevivir.

―¿Quién eres? ―La voz me tembló, esto causado por el llanto que no pude contener. Lágrimas empezaron a bajar de mis ojos producto del miedo―. ¿Por qué haces esto?

―No hable.

―¿Qué quiere de mí? ―Susurré.

―No hable ―Me repitió.

Aplané los labios e intenté aguantarme el temblor y las lágrimas. Cosa que fue totalmente imposible.

Las sirenas empezaron a escucharse a lo lejos y esta es la primera vez que noto que la policía de Chicago puede ser muy rápida. Tal vez se deba a que es un lugar público y que muchas vidas se perderían si la bomba se detona.

―Tienes tiempo de irte, suéltame y te prometo que olvidaré tu rostro ―Murmuré―. Por favor...déjame ir.

―Perdóneme, por favor perdóneme ―Empezó a disculparse. Se le notaba en la voz el nerviosismo―. Si la dejo ir, será peor para mí.

Parpadeé, un tanto aturdida.

¿Lo están obligando?

―¿Por qué?

―¡No se muevan! ―Su grito y su jaloneo me hicieron gritar a mí de manera alta y aterrada. Alzó el detonador al aire, demostrando que lo tenía.

Miré al frente y me di cuenta que eran los policías los que pretendían acercarse. Llevan el uniforme que los caracteriza como oficiales de Chicago. Sostienen armas y le apuntan al hombre.

―¡Me disparan y ella también se muere! ―Les dijo, haciéndonos retroceder un par de pasos―. ¡Todos se mueren!

El brazo con el que me sostenía la cintura, subió y esta vez me sostuvo por la garganta. Llevé mis manos a él. No me apretaba, no lo hacía con la intención de estrangularme, sino de retenerme a su lado.

―Por favor no hagas esto ―Lloriqueé―. Te lo suplico, déjame ir.

―¡Despejen el área! ―Habló uno de los oficiales por un megáfono―. ¡Policías armados, despejen el área!

Algunas personas que aún se encontraban cerca, se atrevieron a retirarse con ayuda y guía de los oficiales.

Claro, todos excepto yo.

Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora