Capítulo 36.

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Viene una tormenta.
De la que no puedes escapar.

Especial 2/3.

Antes de que leas el capítulo me gustaría aclarar algo para evitar mal entendidos: La escena +18 de Lara y Neal en el auto y de ellos hablando al día siguiente (la que leerán un poco más adelante de este mismo capítulo) fue plagiada en un par de ocasiones. Se arregló con las personas que me plagiaron, pero aún así recientemente he tenido que borrar comentarios diciendo que se parece a la de tal libro solo porque la leyeron primero allá. Esta escena es totalmente mía y de mi autoría, es la original. Como les digo, el problema se arregló con estas personas, por lo que no diré nombres, pero por favor tú como lector evita poner comentarios acusándome de copiar la escena que  A MÍ me robaron solo porque lo leíste primero en otro libro. Sin más que decir, que disfrutes el capítulo.❤️

24 de Marzo, 2020.

Me removí en la cama, un poco molesta con la luz del sol que se filtraba por el ventanal y que me robaba el sueño. Me tallé los ojos y después, parpadeé continuamente para adaptarme a la iluminación de la habitación.

Me llevé la mano a la boca para dejar escapar un bostezo largo. Una vez que terminé de bostezar, me estiré perezosamente, girando un poco para mirar a Hardy.

Sus ojos están cerrados, su cabello negro está desordenado y su expresión es tranquila. Lo admiré por un buen rato ya que la forma en la que duerme es totalmente encantadora. Él se ve jodidamente atractivo hasta dormido.

Sobre todo porque la sábana solo cubre debajo de sus caderas y la mitad de su cuerpo hacia arriba está descubierta, por lo que tengo total visión de sus pectorales.

Que rico es despertar a su lado.

―Buenos días, preciosa ―Murmuró en un tono ronco.

―Buenos días ―Me aguanté el suspiro.

Abrió lentamente los ojos.

―¿Por qué me miras tanto de esa manera? ―Cuestionó.

―¿Te diste cuenta de que te miraba?

―Llevo un rato despierto. Y tú no eres para nada disimulada ―Sonrió burlón.

―Por supuesto que sé disimular ―Le di un manotazo a su pecho, fingiendo indignación en mi voz.

Neal atrapó mi mano y se acercó más a mí, negando con la cabeza.

―Claro que no.

―Sí ―Murmuré, inclinándome para dejar un beso suave sobre sus labios. Llevé mis manos a sus mejillas, manteniéndolo cerca de mí.

Él se dejó llevar, siguiéndome el beso y acomodándose sobre mí. Me aprisionó contra su cuerpo y el colchón, y yo le di total libertad cuando abrí las piernas y las flexioné para que se metiera entre ellas.

La mano que me sostenía, la pasó por encima de mi cabeza y con la otra, trazó caricias en mi piel desnuda, con total delicadeza. Se separó de mis labios con lentitud, para hacer un recorrido de besos desde mi barbilla hasta mi cuello.

Su mano se prendió de uno de mis pechos, el tacto me ocasionó un escalofrío placentero que recorrió cada rincón de mi cuerpo. Jadeé suavemente cuando su dedo trazó un circulo en mi pezón, irguiéndolo, aclamando más atención.

―Neal...―Susurré.

Poco a poco, sentí sus caricias bajar por mi torso hasta que llegó a mi vientre. Y unos solos movimientos más, bastaron para que se encontrara contra mi intimidad. Dibujó círculos en ella, empapando sus dedos en el proceso.

Seduciendo a tus demonios © [Destructiva Obsesión #1] ✔✔ EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora